A pesar de llevar el mismo apellido, no era para nada parecida a su familia.
Alnitak Black conocerá a esa parte de la familia, que despreciaron a su abuelo por nacer diferente, cuando ella entre a Hogwarts, pero no todos ellos son despreciables, en...
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-Alnitak-
Sin duda alguna, este diciembre si que esta cayendo nieve. Todo el bosque prohibido, cada centímetro de los terrenos de Hogwarts esta cubierto de una capa de nieve gruesa. Estoy sentada en el suelo de la torre de astronomía junto a mis amigas, a pesar del frio que se siente y de las quejas de Lily sobre que no podemos estar aquí arriba si no es para tomar clases.
Marlene está hablando de aquel Slytherin con el que está saliendo, pero yo me pierdo en mis pensamientos, viendo como la nieve cae sobre los árboles. Pensamientos que son sobre Sirius. Estos últimos días a estado casi evitándome, las veces que estamos juntos, solo son con los chicos, planeando alguna broma o simplemente platicando, pero estar solo los dos, casi no.
Y no se porque no me gusta eso. No quiero sentirme como si fuera una de las chicas con las que se besa a mitad del pasillo o en algún salón vacío y después olvida. Sirius no sería capaz de hacer eso conmigo ¿O sí?
—Mujer ¿nos estas escuchando? —pregunta la rubia del grupo chasqueando los dedos frente a mis ojos y regresándome a la realidad. Parpadeo un par de veces y desvió mi vista de afuera para verlas a ellas.
—Quieres que te conteste con una mentira o con la verdad —le respondo mirándola. Marlene rueda los ojos y se cruza de brazos.
—Has estado muy distraída estos días ¿Qué te pasa? —está vez pregunta Lily, quizás preocupada, porque no soy de perderme en mis pensamientos y cuando lo hago, es porque me preocupo por mis padres y abuelos.
—No me pasa nada, solo que... siento que me estoy abrumado por tantos trabajos y tareas que nos dejan.
Bendita sea mi abuela Cristina por enseñarme a mentir y mi abuela Cayetana por enseñarme a utilizar las verdades a medias para mentir.
—Bueno, al menos las vacaciones ya van a empezar —dice Marlene acomodando su mochila para después acostarse en ella—. Solo tienes que soportar una semana y seremos libres.
—¿Van a ir a casa o se van a quedar? —pregunta Lily hacia las tres.
—Yo creo que me voy a quedar —responde Dorcas mirando hacía el bosque prohibido—. Mis padres van a salir de viaje y de ninguna manera iré con ellos.
—¿Por qué?
—Deja de ser tan chismosa Marlene.
—No puedo evitarlo, Dorcas, soy chismosa de nacimiento.
La morena solo rueda los ojos con algo de fastidio. Marlene se acomoda en su lugar con media sonrisa.
—Pero yo también me voy a quedar —dice ella cerrando los ojos-, en el Ministerio hay mucho trabajo y no quiero que mis padres empieces con que me vaya con mis primos.
—¿Qué hay de ti, Alni?
—Yo si iré a casa, estaré haciéndoles compañía a mis abuelos —me acomodo la bufanda con los colores de mi casa—, además, Sirius quiere enseñarnos el departamento donde va a vivir.
