14/6/1954
Hadrian llevaba casi una hora paseándose, los rollos de pergamino en sus manos seguramente nunca volverían a ser los mismos después de tanto manipularlos. Orión no había esperado que Hadrian siguiera con toda la carga de trabajo y lograra aprender lo suficiente -(más que suficiente, Abraxas y Orión se habían asegurado de ello aunque no le hubieran dicho a Hadrian cuánto había avanzado en realidad)- en un solo año para presentarse con confianza a sus O.W.L.s.
Bueno, no con confianza, porque el adolescente era un manojo de nervios que probablemente también estaba privado de sueño.
Orión había conseguido la inscripción de Hadrian en los exámenes hacía cosa de un mes, y el secretario le había mirado como si estuviera loco. Hadrian se presentaría a quince O.W.L., de los cuales seis tenían exámenes prácticos además del teórico. Era mucho, pero era posible.
Además, se presentaría a los exámenes de la ICW, no a los nacionales. Eso significaba que le examinarían por separado, en una sala del Ministerio con un único representante del Departamento de Educación Mágica, con una serie de pruebas y normas diferentes.
Orión comprendía que estuviera estresado, pero Hadrian ya estaba estudiando el plan de estudios correspondiente a sus N.E.W.T.s en casi todas sus asignaturas y había puesto mucho empeño en ello.
Cansado del ritmo, Orión se levantó del sofá y se puso delante del adolescente, cogiéndole los apuntes y dejándolos sobre la mesa baja.
-Pero...-
-Para, esto no es necesario, necesitas respirar y calmarte-.
-¡¿Cómo...?!-
-Hadrian, te he visto responder a los cuestionarios aleatorios de Abraxas sobre las quince asignaturas, con preguntas de cada asignatura mezcladas en ellos, durante meses. Tu oclumancia, salvo en el aspecto defensivo en el que eres pésimo, te ayudará a recordar las cosas con más claridad y mucho más rápido de lo que tu cerebro podría haber esperado la primera vez que nos vimos. Así que siéntate, tómate un té y relájate hasta que llegue la hora de que te dirijas al Ministerio, antes de que yo mismo te pegue al sofá-.
El adolescente siguió las instrucciones, aún crispado y mirando los pergaminos como si fuera su último salvavidas. Suspiró y se sentó a su lado, apoyando la mano en la rodilla izquierda de Hadrian.
-Rian, escúchame, ¿vale?-. Dijo, asegurándose de tener toda la atención del chico. -Has estudiado más de lo que jamás he visto a nadie, has repetido cada hechizo, poción y teoría cientos de veces a estas alturas, lo cual debería ser imposible en el tiempo que has tenido. Sé que has estado estudiando en el trabajo y te has levantado más temprano, así como te has ido a dormir incluso más tarde sólo para empollar un poco más-.
-¿Y? Apuesto a que muchos otros han hecho lo mismo-.
-Puede ser, pero tú has aprendido varias asignaturas desde cero en apenas nueve meses y no dudo de que estás totalmente preparado para cursarlas. Me creas o no, no puedo cambiar, pero al menos deberías confiar en que no te mentiría sólo para hacerte sentir mejor-. Hadrian enarcó una de sus cejas, escéptico. Se rió entre dientes. -Mentiría por muchas razones, se supone que soy un político, pero no se me acusará de endulzar las cosas. Si no creyera que al menos eres capaz de aprobar no lo diría-.
-Me vendría bien un consejo más que una charla inspiradora ahora mismo, Ry-.
-Bien, pensé que nunca me lo pedirías. Es sencillo, de verdad. Tienes que meditar y despejar la mente durante diez minutos antes de cualquier fase de cada examen, mientras te concentras en la materia de la que te vas a examinar-.
ESTÁS LEYENDO
THE MISSING PARTS OF HISTORY
FanficEn retrospectiva, Harry podía admitir que tocar cosas al azar en Grimmauld Place no había sido una buena idea. Sin embargo, era un poco tarde para eso. Varado en el tiempo, sin camino de regreso a casa, Harry tuvo que aprender a hacer frente a su vi...