Capítulo 58

911 140 5
                                    

Octubre de 1955                                  

-Deberíamos hablar más del asunto del basilisco-. Dijo Abraxas, mirando atentamente por el espejo donde sabía que tenía la cicatriz en el brazo.

-¿Por qué?- Preguntó, confuso.

-Bueno, más concretamente, tu Señor Oscuro-.

-Ah-. Se mordió el labio, volviéndose a mirar la pared un momento. Cosa que no debía hacer, porque estaba trabajando en el pelo de Abraxas y debía centrarse en eso. -No me importa si descubres cosas, en serio ya no me esfuerzo mucho por ocultarlas, pero preferiría que no me lo dijeras cada vez que lo haces-.

-Creo que ahora es mi turno de estar confundido-. Dijo Abraxas, sin hacerlo mirarlo ni comentarlo, probablemente percibiendo su malestar.

-Bueno, estoy bastante seguro de que estoy cambiando las cosas. No lo suficiente como para marcar la diferencia ahora mismo, pero dentro de unos años... Puede que no esté cambiando nada, pero lo parece. Si te das cuenta de algo y actúas en consecuencia sin mi opinión, se siente... ¿más seguro? No sé, como si yo contribuyera menos de lo que realmente contribuyo-.

-Ah, bueno, ¿qué tal si sólo te preguntamos cuando pensamos que puede poner en riesgo nuestra seguridad actual, o si nos preguntas al respecto. ¿Sería mejor?-.

-Supongo-. Volvió a mirar al rubio. -¿Orión sabe que has estado averiguando cosas?-.

-Por supuesto, no es muy sutil con sus indirectas-.

-Vale, dejemos de hablar de esto ya. ¿Cómo fue tu último contrato?- Cambió bruscamente de tema, pero el rubio le siguió la corriente de todos modos.

Su cuerpo se relajó al escuchar a Abraxas divagar, mencionando detalles que otros no habrían notado y sacando conclusiones sobre ellos como si fuera Sherlock Holmes. Viendo que últimamente se había aficionado a esos libros, no le sorprendió.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

-¡Dobby!- El elfo apareció a su lado en la sala de trabajo.

Resultaba que tener un lugar donde guardar todos sus suministros que no fueran pociones y alquimia...

(Sus herramientas y materiales para las runas, sus telas e hilos de tejer y las diferentes agujas con las que ahora tenía que trabajar, cartas estelares y herramientas extra por si acaso y libros especializados en diferentes temas y contratos y más papeleo que nunca había pensado que tendría que hacer antes de los 18 y ¿cuándo se había convertido en adulto?).

...y tenerlo todo organizado, porque Orion no soportaba ver un cuarto de trabajo desordenado, facilitaba mucho las cosas.

-¡¿Señor necesita a Dobby?!-.

-Necesito que te pares en esa plataforma mientras te pincho con agujas-. Sonrió, señalando el lugar correcto bajo la mirada de un elfo curioso, que obedeció sin rechistar.

Todavía estaba trabajando en eso, unos pocos días no eran suficientes para que los elfos lo cuestionaran. Afortunadamente, Dobby era joven y aún podía captar nuevos conceptos con facilidad, sólo tenía que seguir trabajando en ello el tiempo suficiente para que esos conceptos se fijaran.

Trabajar en trajes completos en vez de sólo con hilo para cosas pequeñas era más agradable de lo que había pensado, y el método de coser matrices rúnicas en los dobladillos o en las puntadas finales era mucho más fácil que su primera técnica, lo cual no quiere decir que no siguiera usándolo para cosas más pequeñas.

Tal vez algún día haría algunas túnicas para que Abraxas las probara. Y a Orión le gustaban sus camisetas interiores, y ése sería un lugar perfecto para poner matrices de runas defensivas, ya que no se verían.

THE MISSING PARTS OF HISTORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora