Marzo de 1955
Dos días. Habían pasado literalmente dos días desde que Dorus se había reunido con Hadrian y... no había pasado nada. De alguna manera, Dorus le había escuchado, por una vez, y había mantenido la boca cerrada sobre sus ideales. Abraxas había estado un poco preocupado, pero se había desahogado en cuanto vio a Hadrian y lo tuvo de nuevo en sus brazos.
En realidad, Dorus nunca iba a hacerle daño a Hadrian. Mejor que no, de todos modos.
Aun así, sentarse en el formal salón de Carlisle con el hombre mientras esperaban a que todos llegaran -(Carlisle había vuelto a perder la noción del tiempo en el hospital, Rabastian siempre llegaba exactamente cinco minutos después de la hora acordada, Abraxas había sido llamado a la Mansión para arreglar otra de las rabietas de su esposa y Andro simplemente no vendría hoy)- por alguna razón, lo estaba poniendo nervioso. Como si el hombre tuviera algo que decir pero mantuviera la boca cerrada. No era propio de él, ya que Dorus nunca había tenido problemas para dar a conocer sus opiniones.
-Sabes que no aprecio tus pequeños juegos mentales, Nott-.
-No estoy jugando a nada-.
-Estabas esperando a ver si llegabas al final de mi paciencia, estoy seguro, porque sabes que me irrita-. Dijo, desdén claro en su voz. -¿Para qué necesitas que me irrite?-.
-Ese amigo tuyo es... interesante-. Y ahí estaba.
-Lo es. Y brillante también, aunque le cuesta darse cuenta-.
-Oh sí, no lo dudo, de alguna manera se las arregló para utilizar la Maldición de la Sangre de Unicornio para sus propios fines sin que causara una reacción violenta. Cómo logró tal cosa y aún así no pudo darse cuenta de los errores en su propia fórmula me asombra-.
-Era la primera vez que lo intentaba, y asumió un proyecto extremadamente difícil. Estarías preocupado por tu posición como el mejor maestro de pociones de nuestra generación si no hubiera cometido ningún error-. se defendió. Hadrian se había esforzado al máximo y había conseguido algo increíble, no quería que lo menospreciaran sólo porque aún no tenía suficiente experiencia para hacer las cosas por sí mismo.
-Cierto, necesita mucho trabajo-.
-Entonces te gusta-.
-Puede ser, aún no lo he decidido. Debería conocer mejor su lugar-.
-Te contestó y se negó a inclinarse, ¿eso es lo que te tenía de mal humor?- Dijo, sonriendo satisfecho. Su amigo frunció el ceño.
-Mi posición es una que evoca respeto entre mis pares, ver a uno como él pisarla es desconcertante-.
-En realidad no te respeta, no. No le importa tu posición, Dorus-. El hombre lo fulminó con la mirada, molesto. -Hadrian es así, el trato deferente que recibes de los extraños, sólo lo obtendrás de él cuando realmente te respete como persona-.
-Eso es tan retrógrado, no puedo creer que fueras tú quien le enseñara etiqueta-.
-Hice lo que pude, pero su personalidad estaba fijada antes de conocerlo, difícilmente puedo cambiar eso-.
-Lograste que Abraxas se comportara-. Resopló, no había hecho que Abraxas hiciera nada, ese hombre era el caos mismo y simplemente sabía fingir inocencia cuando tenía que hacerlo.
-¿Quién habla de mí ahora?-. Dijo el rubio, entrando por las puertas, Carlisle justo detrás de él. Su sonrisa de satisfacción se hizo más pronunciada.
-Dorus lo hizo, al parecer soy capaz de lograr la hazaña de enseñarte buen comportamiento-. Las cejas de Abraxas se alzaron sorprendidas al mismo tiempo que Dorus se burlaba.
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THE MISSING PARTS OF HISTORY
Fiksi PenggemarEn retrospectiva, Harry podía admitir que tocar cosas al azar en Grimmauld Place no había sido una buena idea. Sin embargo, era un poco tarde para eso. Varado en el tiempo, sin camino de regreso a casa, Harry tuvo que aprender a hacer frente a su vi...