Julio de 1955
-Sabes, no tienes que preocuparte tanto por estudiar. Puedes tomarte un descanso-. Dijo mordiéndose el labio con preocupación.
-Está bien, Brax, necesito terminar esto al menos-. Dijo Hadrian, levantando la cabeza para mirarle. -¿Necesitas algo?-.
-Toma-. Abraxas dejó el vial sobre el escritorio, haciendo una mueca. Sabía por qué lo necesitaba, pero cuanto antes lo perdiera de vista, mejor. -No vuelvas a mencionarlo-.
-No lo haré. Gracias, Brax-. Hadrian pegó una etiqueta al vial, luego se levantó con él en las manos y lo puso con todos los demás que habían recogido. Ninguno de ellos era malo, no como éste, sólo cosas que querían tener controladas o ver desde otra perspectiva o mostrarse unos a otros. Esas no eran como la nueva adición. -Te ayudará a mantenerte a salvo, ¿vale? Tal vez no a corto plazo, pero al final dirá algo y ayudará, no hay necesidad de perder la oportunidad cuando llegue-.
Hadrian cerró las puertas del armario y lo atrancó con fuerza. Ayudaría, lo había hecho bien, había merecido la pena, por muy borrosos y rotos que estuvieran los recuerdos, envenenados de miedo y confusión.
-De acuerdo-. Exhaló. Era bueno. Era suficiente. -De acuerdo-.
-¿Quieres quedarte aquí un rato?- preguntó Hadrian, ladeando la cabeza mientras volvía a sentarse. Negó con la cabeza.
-Estoy ayudando a Orión con el Proyecto-Hilo-.
-Muy bien, ¿va bien?- Asintió, emocionado. Estaba casi terminado, todavía necesitaba algo de trabajo pero ya no le hacía doler la cabeza y Orión juraba que había visto algo la última vez que lo habían intentado. Era increíble y no podía esperar a que terminara. -Me alegro, ahora shoo, los dos tenemos trabajo que hacer-.
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-Oh-. Hadrian se había detenido bruscamente al entrar en el apartamento, mirando algo que tenía en la mano. -Mi N.E.W.T.s llegó-.
-¿De verdad?- Dijo Abraxas, girándose para mirar al adolescente. -Venga, Orión ha traído hoy el desayuno, ¿vas a abrirlos y dejar que lo leamos primero como el año pasado?-.
-Solo si no te burlas de mi por ellos-.
-¡Prometido!- Abraxas asintió enérgicamente con la cabeza.
No pudo evitar reírse, haciendo un gesto a Hadrian para que se acercara a la mesa donde estaba colocando la comida que Kreacher había preparado mientras Abraxas se acercaba a él, con las manos extendidas y esperando el sobre abierto.
Le gustaba que Abraxas volviera a ser abierto, en lugar de estar perdido en sus pensamientos. Le había llevado algún tiempo y, aunque aún no había recuperado todo su entusiasmo, interactuaba más y se interesaba por las cosas en lugar de quedarse atrapado en su propia cabeza durante horas.
Abraxas incluso había aceptado empezar a ver a un sanador mental que Carlisle les había presentado la semana pasada. A Abraxas le había costado entender que ver a un Sanador Mental le ayudaría, había muchos estigmas con la necesidad de algo así en el Mundo de los Magos, y elegir uno había sido una odisea. Abraxas se había negado a conocer a ninguna mujer de buenas a primeras, ni siquiera se había fijado en sus habilidades o su experiencia.
Si eso no demostraba el nivel de trauma que tenía el rubio, no sabía qué lo haría. Abraxas había admitido que había sido un poco extremo, después, pero a Orión realmente no le había importado. El punto de conseguir un Sanador Mental era que Abraxas se sintiera lo suficientemente cómodo como para hablar con ellos para resolver sus problemas, y si una mujer sólo lo hacía sentir incómodo por regla general, entonces no iba a forzar la situación, no cuando la herida aún estaba tan fresca.
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THE MISSING PARTS OF HISTORY
FanficEn retrospectiva, Harry podía admitir que tocar cosas al azar en Grimmauld Place no había sido una buena idea. Sin embargo, era un poco tarde para eso. Varado en el tiempo, sin camino de regreso a casa, Harry tuvo que aprender a hacer frente a su vi...