CAPÍTULO DIECISIETE
SORAYA AGUILAR
Estoy deseando su reacción. He sido clara y directa, sin rodeados. Así que espero una reacción al mismo nivel.
Ya me ha calentado demasiado, necesito acción.
Derek golpea la mesa y se levanta, me carga sobre el hombro dirigiéndose al garaje con grandes zancadas. Selecciona el todoterreno, me abrocha el cinturón y procesa una mirada repleta de promesas lujuriosas.
Nos adentramos en la oscuridad de la noche a la vez que tiemblo con las sacudidas del todoterreno haciéndose paso por los bosques, haciendo su propio camino sin asfalto, de tierra y arbustos. Aunque considero que es un camino invisible que ha recorrido en más de una ocasión al llegar a nuestro destino. La cabaña de la que hui. Su obsesión de desvirgar aquí no ha cambiado. Es de ideas fijas.
Baja primero mientras trato controlar los nervios visibles en la manos, cerrando los puños y esperando que me abre la puerta, ofreciendo su ayuda para bajar con simpleza considerando que la altura con el suelo es gigantesca.
—Si necesitas más tiempo te lo daré.
Se perdió la bestia, se encontró el caballero. Al final si resultará que es un príncipe oscuro. De armadura negra y palabras feas.
—Acabemos con esto.
Soy privada de la vista a través de su gran mano.
—Sigue mi voz —susurra, electrificando mi vello.
Avanzo a medida que llegan las instrucciones, a pasos lentos y precavidos. La atmósfera de misterio genera un remolino de emociones positivas. Ya quiero saber lo que me espera, aunque sea evidente, sin embargo, este gesto hace que espere más que dos personas follando en una cama.
Somos recibidos por Nobody's Love de Maroon 5.
—¿Preparada?
—Preparada.
Quita la mano y lo primero que veo son sus ojos iluminados por las pequeñas bombillas colocadas estratégicamente simulando miles de luciérnagas volando. Además, imitando la naturaleza exterior, también hay plantas silvestres de los alrededores de nuestra ciudad. Me recuerda al mirador.
El corazón grita emocionado de verdad. Y, sin perder la emoción, descubro un camino definido por pétalos azules.
—Esto es...
—Vamos —me corta.
Soy alzada como si saliéramos de la iglesia y sube por las escaleras que forman un sendero azul. No es negro, es azul. Afirmo que su color favorito es ese cuando entramos en la habitación llena de más pétalos y velas eléctricas.
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CONTROL
Mystery / ThrillerUn juego, dos bandos; Indecisos y Controladores. Soraya vive su peor época. Sus padres murieron, su hermana la odia, su cuñado la sobreprotege, su vecino la esquiva, un fotógrafo la acosa, los problemas financieros aumentan... Siempre añadiendo alg...