Un juego, dos bandos: Indecisos y Controladores.
Soraya está atrapada en su peor época. La muerte de sus padres, la frialdad de su hermana, la sobreprotección de su cuñado, un vecino que la esquiva, un fotógrafo que no la deja tranquila... y una deu...
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CAPÍTULO CUARENTA Y SIETE
SORAYA AGUILAR
Estoy que chillo tras despertar saltando en la cama. Después de que tuviera que abandonar los estudios, hoy regreso. Aún no sé qué quiero ser de mayor, no obstante, todo tiene un principio. Este es el mío.
¡Vuelvo a Bachillerato!
Deshago las bolsas del desayuno, separando lo de Alessandro de lo mío, lo cual se ha multiplicado desde la última vez.
Derek no es malo, se hace el malo. Quiero decir, sí, es un criminal y eso, pero es bueno con su familia, conmigo y los que me rodean. Ayer lo comprobé. Moví su máscara, ahora se la tengo que quitar, cosa que voy a lograr enloqueciendo al hombre que se atrevió a pegarme.
Destapo la macedonia de fresa, plátano y... Algo que desconozco. Apuesto que es una fruta exótica.
¡Obligaré a que me cambie los desayunos!
Entiendo el punto de lo saludable, sin embargo, es complicado quererlo cuando delante tengo un segundo desayuno completamente opuesto. Quiero batidos, bizcochos, gofres, pasteles... Quiero empalagarme. Un poco. Tampoco es como si pudiera con la dieta hipercalórica de Alessandro. Ningún humano podría. Pero como es inhumano, al igual que Derek y sus hermanos, entiendo que pueda. Creo que Derek se ha dado cuenta y por eso se ha encariñado. Los suyos con los suyos.
¿Y yo? ¿Qué pinto aquí?
Soy humana al igual que mis padres. Como con lógica humana, duermo con lógica humana, me canso con lógica humana y soy bonita con lógica humana.
¡Stop!
Siempre me he hecho la loca con este tema, pero empiezo a pensar la posibilidad de que sus treinta años sean de aspecto y tal vez yo sea la reencarnación de una mujer que vivió hace ciento de años.
¿Qué puede ser él?
¿Vampiro?
No, no creo. Vamos, que lo dudo bastante. Aún no ha mordido mi cuello chupando sangre, tampoco creo que lo haga. Ni siquiera tiene colmillos. No obstante, se visualiza sexy un vampiro mafioso.
¡¿Qué estoy diciendo?!
Odio la mafia y sus negocios ilícitos. Son por culpa de esos negocios que mi hermano tenía de donde obtener la droga. Mi pobre Hugo. Si le comparto estos pensamientos antinaturales cuando regresé pensará que estoy loca, muy loca, esquizofrénica.
—Hola.
—Buenos días —cancelo el buenos tras ver la cara de Alessandro. Si hace un segundo hablaba de inhumanos, ahora no sé qué pensar, es la primera vez que carga ojeras de mapache —¿Te has peleado con la cama? Muy mal. No se pelea con las almohadas, se muerden. O eso dicen.