Habían pasado tres semanas desde aquel entonces, en el que me "bese" con Elliot en un baño para discapacitados.
Íbamos tres semanas con el plan en pie, estaba funcionando.
En fin, mis oídos fueron totalmente aturdidos cuando mis amigas chillaron luego de oírme mentir: "Me besé con Elliot Handler"
Había esperado para contarles, no quería que se ilusionaran demasiado.
—¿¡Cómo fue!?
—¿¡Dónde fue!?
—¿¡Fue apasionado!?
—¿¡O fue sexy!?
—Pasó la semana pasada —solté.
—¿¡La semana pasada!? ¿¡y recién ahora nos lo cuentas!? —exclamó Stella.
—No quería que se ilusionaran. Temía que termináramos días después del beso —comenté.
—¡Eso no importa! ¡responde las preguntas!
—Cálmense —supliqué —, no fue nada del otro mundo.
—¡Starlie, no nos dejes así! ¡danos detalles! ¿¡Besa bien!? —insistieron a la vez. Hasta parecían gemelas.
—Sonreí —Pues, sí, besa muy bien. Demasiado diría yo.
Salté cuando volvieron a gritar.
—Fue en el baño para discapacitados de la residencia —continué —. Entré para lavarme la cara y él me siguió.
—¿¡Te siguió!? ¡oh, por Dios! ¿¡Qué es esto!? ¿¡cine!? —exclamó Stella.
Hizo que soltara una carcajada.
—Y... ¿te tocó? —insistió Ada en saber —. ¿O acaso es de esos niños raros que no saben cómo tocar a las mujeres?
—Ehh... —realmente lo pensé bien. No sabía si seguir mintiendo o simplemente decir que no —, solo lo normal, ya sabes.
—Se rió —¡No, no sé! pero si no nos quieres decir, pues vale.
—Es que no ha pasado nada más, en serio.
—Vale, ¿dónde colocó sus manos? —insistió Stella en saber.
—En mi cintura.
—Vaya, creí que Elliot era mucho más atrevido. O por lo menos así se muestra ante el mundo —comentó Ada.
—Bueno... fue el primer beso, no creo que se abalance tan pronto —opiné yo.
—¡Exacto! el primer beso se supone que es el más apasionado.
—Solté una risa —¡No me debe tocar el culo para que sea apasionado, Ada!
—Entonces, ¿fue apasionado?
—Sí, lo fue —aseguré —. Ahora, vayan a sus casas, debo dormirme temprano.
Las acompañé a la puerta y nos abrazamos antes de que se fueran. Finalmente, regresé a mi apartamento.
Me cambié y me puse mi pijama de helados, realmente lo amaba. Era comodísimo.
Me había decidido en leer antes de que se hiciera demasiado tarde. Me quedaban tres capítulos por terminar de mi libro, el cuál me había devorado en una semana. Era muy bueno.
Me dirigí a mi balcón y me puse cómoda en unos de los sofás que tengo allí. Me coloqué las gafas y comencé mi lectura.
—¡Eres insoportable! ¿¡acaso jamás me dejarás vivir en paz!? —escuché de repente.
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10 reglas para no enamorarme de ti
RomanceStarlie Dickson siempre se esforzó por ser buena amiga. Siempre rompió reglas y cometió errores para ayudar o salvar a sus mejores amigas, incluso si eso le trajera problemas. Y el problema esta vez, fue Elliot Handler. El chico popular, estúpido...