Me encontraba saliendo de clase cuando ella se acercó a hablarme. La persona que menos me esperaba que lo hiciera.
Vino hacia mí con esa típica sonrisa coqueta, que la hace ver todavía más sexy de lo que ya es.
—Hola, Starlie.
Se me hizo completamente extraño, por lo que no pude disimular mi expresión de TOTAL confusión. ¿No era ella la que hace dos semanas atrás me había querido humillar delante de todos?
—Eh... Hola —saludé con indiferencia.
—¿Cómo estás? ¿sabes? con esa ropa llamas muchísimo la atención.
Mi ropa era normal, nunca me visto tan elaboradamente para ir a la residencia.
—¿Gracias?
Olivia me observaba con una gran mueca de felicidad.
—¿Necesitas algo? —pregunté.
—Bueno, ya que insistes en saber... ¿Quieres salir conmigo hoy?
Fruncí el ceño, confundidísima.
—¿Qué? —solté inútilmente.
—Eso, si quieres que salgamos. Podemos ir a comprar ropa, ir a Starbucks...
Formé una fina línea con mis labios.
—Olivia... —empecé —, eras tú la que hace unas semanas quiso humillarme delante de todos.
—Lo sé, por eso quiero compensarte.
Mira, yo no suelo ser así de... malvada. Odio haberme comportado así contigo.Realmente se veía arrepentida, aunque no podía permitirme perdonarla así como así.
—¿Y lo de tu hermano? —dije.
—¿Qué con él?
—Lo mandaste a que me golpeara.
—No lo mandé. —Suspiró —Me vio llorando por Elliot, se enfureció y te buscó para hacerte lo que ya todos sabemos. De verdad lo siento, a veces no se controla.
—¿«A veces»? disculpa que te lo diga, pero tu hermano está completamente loco y pudo haberme matado.
—Lo sé... ¡Pero no tengo nada que ver en eso!
Por favor, Star, déjame solucionar las cosas y acepta mi salida —suplicó.Lo consideré un momento.
La analicé.
La idea deambuló en mi cabeza durante unos segundos.
Lo peor de todo era que daba risa la situación.
Me encogí de hombros.
—Está bien, supongo.
Aplaudió con una sonrisa victoriosa al escuchar mi respuesta.
—¡Perfecto! ¿nos vemos a las cinco en el centro
comercial?—Claro... allí estaré.
Se alejó mientras su cabello perfecto y esponjoso rebotaba. La miré hasta que desapareció.
—En qué me metí... —mascullé en voz baja.
Tal vez debía darle una oportunidad... Al fin y al cabo, todos cambian en algún momento de sus vidas, ya sea para bien o para mal.
—¿Qué hacías hablando con ella? —dijeron de pronto. Pegué un salto del susto.
—Stella, me asustaste.
—¿Te molestó?
—No. Me invitó a salir con ella hoy por la tarde.
—¿¡Qué!? quiero esperar que le dijiste que no.
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10 reglas para no enamorarme de ti
RomanceStarlie Dickson siempre se esforzó por ser buena amiga. Siempre rompió reglas y cometió errores para ayudar o salvar a sus mejores amigas, incluso si eso le trajera problemas. Y el problema esta vez, fue Elliot Handler. El chico popular, estúpido...