CAPÍTULO EXTRA

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El sol de la tarde baña las calles de la ciudad con una luz cálida mientras caminamos juntos hacia el estudio de tatuajes.

Las risas y la conversación animada nos acompaña, reflejando la emoción y el entusiasmo que ambos sentimos.

—¿Estás segura de que no vas a cambiar de idea a última hora? —bromea Elliot, dándome un ligero empujón en el hombro.

Suelto una risa, divertida. Le devuelvo el empujón.

—No hay manera. Este tatuaje significa demasiado para mí —le aseguro. Me dedica una sonrisa que me remueve por dentro.

—Bueno, no podemos echarnos atrás. Tú tienes la luna y yo el sol. Solo tiene sentido que complementemos el conjunto.

Entramos al estudio, saludando al tatuador que nos está esperando.

—¡Bienvenidos! Así que, ¿listos para el tatuaje? —pregunta, señalando los diseños que habíamos preparado previamente.

—Listos —dijimos ambos al unísono.

Nos sentamos en las sillas, uno al lado del otro. Mientras el tatuador prepara sus equipos, respiro hondo con nerviosismo y emoción a la vez.

El tatuador comienza a trabajar, primero en la nuca de Elliot. Observo con atención, fascinada por el proceso y la precisión.

—Esto va a doler un poco, ¿sabes? —me dice Elliot, fingiendo preocupación.

—Puedo soportarlo si tú puedes —replico yo, sacándole la lengua.

Pronto fue mi turno. Elliot me toma de la mano mientras el tatuador comienza a dibujar en la piel de mi nuca. Hago muecas de dolor, pero se me pasa cuando veo que Elliot se burla de mí.

—Cuando haya terminado, te golpearé —aseguro.

—Qué miedo —ironiza, divertido.

Cuando el tatuador termina, ambos miramos nuestros nuevos tatuajes, maravillados por cómo encajan. El eclipse es un símbolo de nuestra conexión, algo que siempre nos unirá sin importar qué.

—Es perfecto —digo con una sonrisa. Levanto la vista para encontrarme con los ojos de Elliot.

—Sí, lo es —coincide, inclinándose para besar mi frente —. Siempre llevaremos esto con nosotros.

Salimos del estudio tomados de la mano. Yo muy feliz de tener un tatuaje nuevo, y más sabiendo que lo comparto con mi novio.

La luz del atardecer ilumina nuestros nuevos tatuajes a nuestras espaldas, mientras nos alejamos cada vez más, de regreso a casa.

10 reglas para no enamorarme de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora