10. Celos

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La puerta tintineo suavemente cuando la abrí, adentrándome en la cafetería.

Un cálido aroma a café recién hecho me envolvió de inmediato. Apreté mi bolso contra mi pecho y tomé una bocanada de aire profunda, tratando de calmar mis nervios.

Me dirijo al mostrador, donde una una joven
con un delantal verde y una sonrisa amable me saluda.

—Hola, ¿puedo ayudarte en algo? —me pregunta.

—Hola, sí. Tengo una entrevista de trabajo con la gerente, soy Starlie Dickson —murmuro con tranquilidad.

La joven asiente y desaparece un momento por una puerta detrás del mostrador.

Espero pacientemente a que regrese. Es mi primera entrevista de trabajo y no quiero arruinarlo. Todo debe salir perfecto.

Lo sé, ¿yo trabajando? completamente loco.
Pero la verdad es que necesito invertir mi tiempo en algo, desde que dejé de estudiar no hago más que despertarme tarde, escribir y pensar en Elliot.

Además, es tiempo de que comience a pagar con mis propios ahorros el piso que comparto con mis amigos. Mis padres se esfuerzan mucho para poder prestarme el dinero suficiente y no quiero seguir molestándolos, ya tengo veinte años.

Minutos después, una mujer de mediana edad con un delantal similar pero con el nombre "Marta" bordado en él sale con con una expresión acogedora.

—Hola, Starlie. Soy Marta, la gerente —me ofrece su mano y la aprieto con gusto, sonriendo —. Vamos a sentarnos en esa mesa, ¿te parece? —dijo, señalando una mesa cerca de la ventana.

Asiento y la sigo, sintiendo que mis manos tiemblan ligeramente. Me siento y cruzo las piernas, intentando parecer lo más tranquila y segura posible. Marta se sienta frente a mí y saca una carpeta.

—Bueno, Starlie, cuéntame un poco sobre ti —comenzó.

Tomo un pequeño respiro antes de hablar.

—Bueno, el año pasado estaba cursando una carrera de literatura en la residencia Lixford.
Luego, dejé de estudiar porque no me agradaba lo que enseñaban allí. Ahora, estoy buscando una nueva universidad que albergue todo lo que me interesa para poder continuar con la carrera de literatura.

—Entonces, ¿la idea es continuar estudiando?

—Exacto.

—Vale —trago saliva cuando noto que escribe algo en su libreta —. Prosigue.

—Últimamente he estado buscando oportunidades para trabajar y así poder pagar yo misma mi apartamento y demás cosas.

—¿Vives sola? —me pregunta.

—No..., bueno, sí, pero con amigos —respondo, ella me sonríe mientras anota.

—¿Tienes experiencia laboral?

—No demasiada —admito —, es mi primera entrevista de trabajo. Pero soy muy dedicada y estoy dispuesta a aprender.

Marta sonríe y asiente.

—Eso es bueno de escuchar. Aquí valoramos mucho la dedicación y la disposición para aprender. ¿Por qué te gustaría trabajar en una cafetería?

—Bueno, siempre me ha gustado el ambiente de las cafeterías. Además, siento que es un buen trabajo de medio tiempo para ganar algo de dinero. También me gustaría interactuar con los clientes y aprender más sobre el negocio.

10 reglas para no enamorarme de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora