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Chay entró al comedor después de entrenar toda la mañana con Macao, desde hace un par de días que lo hacían, él iba a la mansión de la primera familia o Chay iba a la casa de Macao y Vegas, la verdad es que él era el punto de medio de todos, incluso Vegas lo trataba bien cuando iba y Pete siempre había sido un amor, por lo que... de alguna forma se sentía bien.
– Oiiii, ponquecito, ¿que te he dicho sobre saber escoger amistades? – preguntó Khun pasando la página de una revista de modas
Macao bufó sentándose al lado de Porchay.
– No seas así, phi – dijo Porchay riendo.
Chay estaba entrenando desde hace más o menos un año, después de que decidió ganar un poco mas de músculo y no verse tan infantil, para ser sinceros, lo estaba logrando bien. El cuerpo de Chay estaba un poco más fuerte, tonificado y aunque seguía teniendo las curvas que le gustaban, ahora se sentía más fuerte que antes, eso había sido un trabajo de amor propio... él quería verse y sentirse guapo, y no solo que dijeran lo bonito que era... quizá solo quería enterrar al Chay que hirieron y arruinaron.
Kinn y Porsche entraron después discutiendo por algo, todos le pusieron atención.
– No me parece que sea buena idea, Kinn – dijo Porsche ocupando un puesto al otro lado de Chay
Kinn saludó a todos con un asentimiento de cabeza.
– Es lo mejor que podemos hacer – replicó – Pho no podrá ir, se ha sentido indispuesto últimamente. Así que yo debería ir.
– ¿A China? ¿Tú solo? – preguntó Porsche
– No tardaré mucho, quizá... dos semanas – Kinn tomó la mano de Porsche por encima de la mesa – ¿podemos discutirlo luego?
Khun carraspeó – Kinn, eso no es un tema de pareja, es un tema de familia.
– Khun.
– Dime que miento – alzó el mentón
Kinn inhaló – Los chinos quieren que nos reunamos en Pekín, quieren probar la veracidad de su palabra, al parecer, los que enviaron esa mercancía no fueron ellos, si no los Rusos.
Porchay comenzó a masticar de forma pausada mientras miraba la escena... y luego suspiro, no significa que estén hablando de Wolfgang y su familia... tenía que dejar de ser tan paranoico.
– ¿Los rusos? – preguntó Khun frunciendo el ceño – Es ridículo, han sido una de las familias mas poderosas y empáticas con nosotros.
Kinn asiente – Lo sé, pero hay espías en Moscow y se están creando bandas delincuenciales, están traficando cocaina en pequeñas cantidades, nada alarmantes, pero un grupo pequeño puede ser problema después.
