Aviso: Hoy me paso algo malo... :( y solo quiero distraerme leyendo sus comentarios y hablando un poco con ustedes... las tqm
𝚇𝚇𝙸𝚇 𝙻𝚎𝚊𝚕𝚝𝚊𝚍
𝘓𝘢 𝘭𝘦𝘢𝘭𝘵𝘢𝘥 𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘦𝘭𝘦𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯
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Dos días después, Wolfgang estaba en condiciones para viajar. Kim ya había hablado con Porchay, él estaba mucho mejor, ya podía caminar por su mismo, todavía tenía mucho dolor en el abdomen, y se sentía débil, pero estaba bien. Mila comenzó a tener pesadillas con ese día, pesadillas con Chay, con Eva y con su hermano, en cada una de ellas, alguien moría, todos menos ella y ese era su peor miedo.
– Así que nos despediremos de Rusia – le dijo Mila a Wolfgang mientras subían las escaleras del avión.
– Si, eso parece... al menos por ahora – dijo, él sabía que no podía dejar su país para siempre... tenía algo fuerte de lo que había que hacerse cargo y no podía escapar, de la mafia nunca se podía escapar.
Mila había logrado sacar su pasaporte e identificación, agradeció que sus padres habían denegado las autorizaciones para menores de edad, en un principio lo hicieron por seguridad... con toda la influencia que ellos tenían, fue demasiado sencillo.
El viaje fue en primera clase, Kim se entretuvo escribiendo una canción, Wolfgang leyendo apoyado en su hombro y Mila durmiendo, no había podido hacerlo durante las noches anteriores. Kim se dedico a hacer caricias en la mano a Wolfgang, sabía que esto para él era duro porque a diferencia del mismo Kim, Wolfi era una persona sensible aunque no lo pareciera, y que su familia lo traicionara de esa manera, era doloroso, así él no quiera expresarlo y se tragara el dolor.
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Chay culminó la canción cuando el sol empezó a ponerse esa tarde, había pasado los tres días solo... con los enfermeros y médicos de confianza de Kim, aunque desde ayer dejaron de asistir porque ya habían quitado la intravenosa con el antibiótico. Tocó la canción por ultima vez y sonrió ampliamente, estaba lista... tal y como la quería, totalmente satisfecho.
Se colocó de pie para prepararse un agua aromática de jengibre y escuchar algo de música en el asiento de cuero que Kim tenía en la sala, el apartamento se sentía tan solo... ni siquiera con la música se sentía igual que antes, y lo detestaba porque la soledad para él ya significaba que había perdido todo lo que amaba.
Mientras tomaba el té pensaba en su hermano, había perdido su celular en Rusia y ahora tenía otro por donde se comunicaba con Kim, pero nadie más poseía ese número... seguramente Porsche debe estar preocupado, no quería imaginarse la cara que pondrá cuando lo vea de nuevo... más drama, más peleas. Eso era justo lo que Porchay quería evitar, pero conociendo a su hermano mayor sabía que estaría dispuesto para una discusión larga y tormentosa.
