𝙴𝚡𝚝𝚛𝚊: 𝙽𝚘𝚜𝚘𝚝𝚛𝚘𝚜

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𝙴𝚡𝚝𝚛𝚊: 𝙽𝚘𝚜𝚘𝚝𝚛𝚘𝚜

– Gracias por ayudarme, Mil – dice Chay abrazándola

Mila sonrió acomodando las velitas – Tu siempre me ayudas, Chay – dice – ¡Tai, trae la champan!

– ¡Sí! – la chica trotó hasta el interior de la casa.

– Entonces, ¿aniversario? –

Chay sonrió – Cumplimos tres años de novios, bueno... contando el año que estuvimos separados... –

Mila sonrió ampliamente. – Wolf me dijo que tenían planeado irse de viaje este fin de semana.

– Ah sí, iremos a Maldivas por aniversario – respondió Chay – Pero quise hacerles algo aquí en casa.

– Espero que Tai y yo tengamos un amor como el de ustedes – susurra Mila mirando la mesa decorada con pétalos de rosa, velitas al lado de la piscina.

Chay la mira – Tu y Tai tendrán un amor muy lindo –

– Lo sé, es que estamos tan jóvenes... – Mila sonríe con las mejillas rojas – Pero ella es increíble.

– ¡Traje el champan! – Tai llegó con la botella entre sus manos.

– Déjalo allí, Tai – dice Mila señalando la cubeta de metal

Tai la pone allí y sonríe – Les va a encantar, Chay

– Gracias, Tai

– Bueno, nosotras nos vamos – Mila besa la mejilla de Porchay – Te queremos

– Y yo a ustedes – besa la mejilla de Tai – Adiós

– Bye

Las ve caminar hacia el interior de la casa, Chay respira emocionado y se acerca a la mesa, tres años con los amores de su vida, ¿quién iba a creerlo? Cuando pensaba en el pasado... cuando apenas era un niño con su hermano mayor pasando ciertas dificultades, con un tío adicto al juego, con cobradores, con la muerte de sus padres... nunca pensó que su vida se transformaría en esto, en algo que deseo siempre, encontrar el amor de su vida y la vida fue tan buena que le obsequió dos, no solo uno.

Estaba agradecido con el destino, no cualquiera tenía un amor de esos... puro, trasparente, desinteresado. Habían aprendido tanto, a veces se disgustaban porque era normal, literal eran tres personas diferentes conviviendo, pero... no pasaba ni dos minutos para que se volvieran a contentar a punta de besos o abrazos, o simplemente hablando, habían madurado y Porchay estaba seguro que la vida continuaría regalándole momentos hermosos, porque ellos se lo merecían.

Cuando los vio entrar, Chay sonrió ampliamente... se veían tan hermosos, sus miradas brillaron cuando lo vieron y cuando vieron la bonita mesa decorada, la comida deliciosa y el ambiente decorado con pequeñas luces que habían sido idea de Mila.

– Oh, bebé – Kim sonrió llegando a él y abrazándolo – Habíamos dicho que saldríamos a cenar.

– Bueno... – Porchay recibió el abrazo de Wolf – Quise que lo hiciéramos en casa.

Wolfgang sonrió – Está hermoso, tú eres hermoso – besó su frente – Gracias.

– A ustedes por ser como son conmigo – él les sonrió – ¿Nos sentamos? No quiero que la cena se enfríe.

Los tres se sentaron a compartir una deliciosa comida entre charlas, risas, conversaciones triviales, sus planes para el próximo viaje, besos, caricias, paso la cena y terminaron bebiendo un poquito de Champan aunque Wolf tomó muy poco, a él le habían prohibido el licor después de su paso por el centro de rehabilitación.

AMOR ES AMOR - KIMCHAYWOLFIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora