𝚇 𝚂𝚊𝚗𝚐𝚛𝚎 𝚎𝚗 𝚕𝚊𝚜 𝚟𝚎𝚗𝚊𝚜

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𝚇 𝚂𝚊𝚗𝚐𝚛𝚎 𝚎𝚗 𝚕𝚊𝚜 𝚟𝚎𝚗𝚊𝚜

𝘕𝘰 𝘴𝘶𝘣𝘦𝘴𝘵𝘪𝘮𝘦𝘴 𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘷𝘢𝘭𝘰𝘳.

𝘕𝘰 𝘴𝘶𝘣𝘦𝘴𝘵𝘪𝘮𝘦𝘴 𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘷𝘢𝘭𝘰𝘳

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Ese día llovía en Bangkok... tenía planeado salir con Macao pero la tormenta apareció de un momento a otro, así que se quedaría todo el día en casa o más bien, en su habitación. Kinn había llegado anoche, y se había encerrado con Porsche, ninguno de los había salido desde entonces, seguramente recuperando el tiempo perdido, y eso significa... que Kim volvería a su apartamento, el no se quedaría en ese lugar más tiempo de lo necesario.

En efecto, a eso de las tres de la tarde, Kinn y Porsche se dignaron a salir, por lo que ambos convocaron una reunión, incluso Vegas y Pete llegaron a la mansión, Macao también, por lo que cuando Chay entró, vio a Kim en un asiento con la mirada perdida en alguno de los cuadros.

– P'Kinn – saludó Chay apretando el brazo de Kinn – Me alegro que volvieras sano y salvo, hia nos tenía locos a todos.

Porsche le envió una mala mirada que hizo reír a los presentes, incluyendo a Korn lo que era realmente extraño.

Chay buscó un asiento disponible al lado de Khun, y Kinn empezó a hablar.

– Pekín es una jodida zona de guerra – dijo, tenía la voz tensa – Todos pelean contra todos porque las pruebas afirmar que fue uno de sus grupos, allá no trabajan por familias, mas bien grupos en la clandestinidad, nada parecido a nosotros o a los rusos.

Vegas estiró sus piernas – So... no es una guerra que nos incumba –

– Quizá no lo es, pero si es una amenaza directa – dijo Kim, su voz era totalmente diferente cuando se dirigía a los demás, más fría y parda que de costumbre – Nuestro principal comprador de heroína es Pekín, tienen un puto laboratorio de droga en la ciudad y ahora tienen un pequeño golpe de estado entre sus grupos, lo que por obviedad, nos afecta indirectamente.

Korn asintió hacia su hijo menor – No podemos volver a fiarnos de los chinos, lo que supone un problema... ligeramente grande, tenemos una de sus sedes en Bangkok...

Kinn asintió – He estado pensando en eso durante el viaje... no es seguro tener ningún laboratorio de los chinos en la ciudad, no sin saber quienes son los culpables del robo de esa mercancía y del cargamento ilegal de dicha droga a Japón.

– ¿Entonces qué proponen? – preguntó Vegas –

– Algo rápido y silencioso – dijo Kim inclinándose sobre la mesa – Quizá una bomba.

Pete alzó las cejas – Eso no es silencioso.

– Sí lo es, si no dejamos huellas – dijo Kim fácilmente – Nos deshacemos de ese laboratorio pero antes sacamos la droga, sea cual sea el grupo que nos robó, estaremos recuperando lo mínimamente perdido y jodiendo su producción en Bangkok.

AMOR ES AMOR - KIMCHAYWOLFIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora