Sentirse amada

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Su padre le había pedido a Dongbaek no usar el teléfono mientras cenaban, ella no tenía planeado hacerlo, sería de mala educación y supuso que lo que quería era evitar que ella viese las fotografías de sus compañeros pasándola bien.

Ninguno se había molestado en llamarla para preguntarle por qué no iría, Dongbaek asumió que no la extrañaban.

Estaban riéndose y bromeando los tres, la mamá de Dongbaek contaba una de sus tantas historias sobre eventos graciosos que había vivido con su familia años antes de casarse y mudarse a Seúl, a Dongbaek le encantaba escucharla, era tan divertida y hacía el rato mucho más agradable, más tarde se daría cuenta de que el primer regalo— así lo expresaron ambos mayores— era un teléfono nuevo, estuvo muy agradecida y encantada, pues había dicho hace meses que deseaba un teléfono de aquellos que se doblaban a la mitad, Jimin tenía uno, Nana igual y estaba segura de que Jungkook terminaría adquiriendo el mismo.

—Puedes aprovechar la ocasión y cambiar de número—sugirió su papá, ella lo miró confundida, todavía sonriendo— hija, me gustaría que dejaras a todas las personas de tu fase escolar atrás.

—Es tu decisión hacerlo, pero, es lo que hemos conversado— la despampanante mujer que tenía por madre, tomó sus manos y sonrió— nos gusta mucho la versión que eres cuando estás con Jimin, con Nana... con Jungkook. Creemos que lograste hacer buenos amigos ya que los de tu instituto son... un poco...

—Son basura.

—Cielo.

—Si, tu madre es la elegante y yo el de las malas palabras — su madre negó, no podía con él— tienes que rodearte de buenas personas, los verdaderos amigos van a ayudarte a llegar al éxito y no sentirán envidia por tus logros— bufó— la niñita que llamabas amiga te envidiaba el novio, solo digo.

Todavía le sorprendía que aceptaran y apreciaran a sus amigos, teniendo en cuenta que en un principio les preocupaba el tema de la edad, era inesperado que no hablasen de otra cosa que no fuese lo ejemplares que eran.

—Gracias— dijo, suspirando, su teléfono estaba lleno con los números de muchas personas, de su equipo de porrismo al cual ya no pertenecía, gente de otras clases...— creo que tomaré en cuenta ese consejo, lo pensaré bien.

No podía creer lo que sus ojos veían y por un instante, se sintió como aquellas niñas ricas de las telenovelas

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No podía creer lo que sus ojos veían y por un instante, se sintió como aquellas niñas ricas de las telenovelas. Nunca le habían dado un regalo de aquella magnitud, lo señaló a miró a sus padres con ojos asombrados mientras ellos solo sonreían burlones.

—¿Mío?

—Tuyo.

Sentía ganas de gritar, y como no, había un Porsche en toda la entrada a su casa con un moño gigantesco que claramente era para ella. Le faltó el aire.

—Voy a desmayarme.

—Tienes que aprender a conducir, que no se te olvide— asintió, la sola idea le aterraba, pero lo haría— antes de comenzar la universidad, Dongbaek, tienes tiempo límite.

Aseguró que haría todo lo que le pidieran antes de lanzarse a ellos en un abrazo agresivo, no quería pensar en el dineral que habían gastado en ese regalo, Dongbaek no era una hija que pidiese lujos, sus padres le daban todo sin ella preguntar por eso, sin embargo, ellos trabajaban duro por ella.

Le hacían sentir muy amada.

—Gracias— de nuevo, no sabía que otra cosa decir— muchas gracias.

Como deseaba que todos pudiesen tener la calidad de padres que ella tenía, pues ellos eran su felicidad, su motivación y razón para continuar adelante a pesar de todos los altibajos y problemas que se presentaban. Los necesitaba para tener un corazón feliz.

 Los necesitaba para tener un corazón feliz

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𝗦𝘁𝘂𝗰𝗸 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝘆𝗼𝘂❝ 𝗷𝗷𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora