Pure

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—Prometo intentar mantener mis manos quietas y lejos de ti hasta que me digas lo contrario. Siempre y cuando no sea durante mucho tiempo.

Con la promesa hecha, Dongbaek decidió proceder, queriendo burlarse por la expresión tan atenta que Jungkook tenía, veía a sus manos y lo que estas hacían.

Entendió que Jungkook era muy visual.

Dongbaek llevó ambas manos al botón de su short, lo deshizo, bajó la cremallera y con toda la paciencia del mundo, lo quitó, este cayó al suelo y él relamió sus labios al ver sus piernas lucir tan suaves, después notó la braga de encaje blanco y pasó saliva. Por supuesto que su novia elegiría lencería blanca, aún así se sorprendía.

Le encantaba saber que ella se había puesto tan preciosa solo para él, se sentía muy afortunado. Sus manos se apoyaron en el colchón, dejándose ir un poco hacia atrás sin perderse nada, Dongbaek tomó el borde de su suéter y tiró de este quitándolo también para dejarlo junto al short en el suelo, Jungkook no respiró durante segundos pensando en que a él nunca le había importado demasiado el tema de la ropa interior, pero podía decir en ese momento que nunca había visto un sostén tan perfecto, lograba levantar mucho los senos de Dongbaek haciéndolos lucir más redondos.

Sus manos picaban por tocar, ella se tiró el cabello hacia atrás para permitirle ver bien el conjunto, notó su abdomen brillar por una de esas cremas corporales especiales para eso.

No podía sentirse culpable por ver a Dongbaek con ojos lujuriosos, ella había preparado ese conjunto con esa intención, después de todo.

—Jungkook. Es un buen momento para que digas algo.

Inclinó la cabeza de lado.

—Date la vuelta— pidió. Más bien, ordenó.

Lo hizo, dio una vuelta lenta, las manos de Jungkook se hicieron puños sobre la cama, él tendría que estar saltandole encima en lugar de estar ahí obedeciendo órdenes imposibles para un ser humano como él.

—¿Algo más?

Sonrió.

—¿Qué harás viéndote tan linda, mi amor?—las mejillas rojas no se hicieron esperar—Siéntate aquí.

—No puedes tocar.

—¿Vas a castigarme si lo hago?— se quedó sin aire— Siéntate, Dongbaek.

Inició un debate en su cabeza, una parte de ella le pedía mantenerse firme y otra le rogaba ceder y obedecer a las órdenes de un Jungkook cegado por el deseo. Pues hasta su tono de voz había cambiado.

Suspiró, acercándose, su diestra se ubicó en el hombro de su novio para sostenerse y subirse a horcajadas sobre él, como le gustaba, veía su sonrisa y sintió un beso en su mentón, también le sonrió de regreso y todo fue muy bonito hasta que el mayor perdió la paciencia y la lanzó a la cama subiéndose sobre ella, cubriendo su cuerpo con su gran anatomía, arrancándole el aire.

Va a suceder.

Atacó su boca con hambre, lo recibió dispuesta y gustosa, sus ojos se mantuvieron cerrados y solo los abrió cuando lo sintió alejarse únicamente para quitarse la camiseta, un jadeo salió de su boca solo viendo el torso trabajado, Jungkook no era el único con suerte de tener una novia hermosa, ella también era la envidia de cada mujer que deseaba estar con Jungkook. No las culpaba.

La besó un poco más, dejó sus labios para ir bajando por su cuello, mordió uno de sus hombros y luego llegó al escote, volvió a jadear sintiendo la lengua húmeda y curiosa allí, su cuerpo dió un brinco por la impresión y las nuevas sensaciones. Jungkook aprovechó aquello buscando el broche del sostén para quitarlo y enviarlo con el resto de la ropa de Dongbaek.

—¡Jungkook! Tardé horas eligiendo eso.

—Está precioso y me encanta, lo apreciaré mejor después. Lo prometo.— hundió el rostro en medio de sus senos, una de sus manos apretando uno de ellos mientras gruñía muy feliz— Voy a disfrutar lo que está bajo mi regalo, preciosidad.

Tiró por la borda su delicadeza, abrió las piernas de Dongbaek de un jalón, su rostro bajó ahora desde el escote a su abdomen y de allí tomó el borde de la braga con dientes y manos, despojando a Dongbaek de la única prenda que la cubría, mientras ella no podía estar más roja y deseosa, pues lo estaba disfrutando a pesar de la vergüenza, Jungkook gruñía y jadeaba solo viendo lo que le pertenecía.

Un poco posesivo. Era así cuando ya se sentía al borde del colapso por su exagerado deseo sexual.

Dongbaek estuvo a punto de hablarle otra vez para que espabilase y continuara tocándola en lugar de quedarse solo comiéndosela con los ojos, para ella era extraño, nunca la habían deseado así.

Él continuó mirando mientras desabrochó el cinturón junto al botón del pantalón, bajó la prenda, Dongbaek vio el bulto sobresalir en sus boxers y sintió nervios otra vez, conforme avanzaban, su valentía decaía un poco.

—Haré algo.

Parpadeó ¿Lo haría ya? ¿Tan pronto y sin más? No era una experta en el tema pero sabía que tenía que estar mejor preparada para el momento en el que entrase. Ante la idea de que estaba apurado, cerró las piernas por impulso, lo que no le sirvió de nada pues él volvió a abrirlas, lo siguiente que supo fue que su novio enterró el rostro en esa zona tan sensible, comenzando a lamer, amplió sus ojos, su boca se abrió y sus manos fueron al cabello de Jungkook tirando de este cuando el primer grito placentero abandonó su garganta.

Sus músculos se relajaron pasados los minutos, Dongbaek solo sabía gemir y pedirle que no se detuviera, Jungkook estaba saciando su sed de la manera que más amaba y su erección se hacía más grande con cada "por favor" que escuchaba y cada jalón a su pobre cabello.

—Si, si...— Dongbaek miraba hacia el techo, no entendía nada, pero le encantaba lo que sentía— por favor.

Incrementó la intensidad allí abajo, logrando por fin hacerla correr, el agarre en su cabello desapareció, pudiendo regresar a estar de rodillas y observar las piernas de Dongbaek temblar. Sonrió, recuperando el aire y dándole un momento.

—No te duermas, no hemos terminado.

—No te duermas, no hemos terminado

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𝗦𝘁𝘂𝗰𝗸 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝘆𝗼𝘂❝ 𝗷𝗷𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora