Eran solo vecinos que luego fueron solo cercanos, que después fueron amigos y más tarde, confidentes. Eran mejores amigos que se negaban rotundamente a ser amantes.
➤Portada preciosa de @ohmyjooon.
Jimin se masajeó las sienes con los dedos, ya le había explicado la razón más de cinco veces. Puso el auto en marcha una vez pudo pues por alguna razón, había tráfico a esa hora de la noche.
—Ella quería dejarte en paz en tu cita. Escucha, ya la he llamado y solo está muy asustada, parece que otros sujetos están intentando controlar al hombre ebrio en cuestión— movía la pierna impaciente, indicándole a Jimin por dónde irse— no es su culpa.
—No soy imbécil, ya sé que no es su culpa, estoy preocupado, es todo— señaló al fondo, Jimin ya podía escuchar la música y ver las luces titilando— a simple vista se veía como un sujeto normal y en unas horas resulta que no sabe beber.
—Si bueno, son cosas que pasan...
—¿Quién demonios bebe hasta la locura en una jodida cita?
—Pues él.
Le miró mal. Jungkook solo podía pensar en que Dongbaek estaba pasando por muchas cosas, primero la prensa buscándola para intentar sacarle información que lo dejase mal a él, Jaehyun comprometiendo su imagen, su círculo se redujo notablemente y ahora que se había dado la oportunidad de intentar conocer a alguien, también esa persona es una porquería.
Y su vida tan tranquila que era.
—Nadie merece a Dongbaek— decidió— todos son una puta mierda, hombre.
Jimin le miró de reojo, estacionando y esperando que se colocase el cubrebocas y la gorra antes de bajar del auto y entrar. Jimin volvió a llamarla, ella le respondió al instante y le confirmó que seguía encerrada en el baño a pesar de que ya tenían a Jay bajo control y lejos de la puerta, le preguntó a una de las personas donde estaba el baño y se guiaron a partir de aquella indicación, encontrando como a dos tipos llamando a la puerta. Jungkook se le adelantó y les apartó, él se quedó esperando.
—No quiere salir y ya le hemos dicho que Jay está pasando la borrachera.
—Eh, Dongbaek— le llamó, levantando un poco el tono— ya puedes salir, estoy aquí, Jimin igual.
Le pidieron a los dos chicos que se retiraran, Jimin se apoyó en la pared, Jungkook en el marco de la puerta, parecía intentando escuchar lo que le respondía Dongbaek al otro lado.
—Ya no hay nadie, solo nosotros— tranquilizó— vamos, no pasa nada, he traído la maquinaria pesada por si teníamos que patear traseros, pero tú cita se la han llevado a vomitar todo lo que tomó.
Jungkook sonrió divertido, al menos aquello logró hacer salir a Dongbaek quién asomó la cabeza, dejando ver un par de ojos llorosos, si estaba muy asustada. Se lanzó a abrazar el torso de Jungkook apenas le vió y este la acogió en sus brazos. Jimin permaneció en silencio esperando a que acabasen su momento mientras observó la puerta, si estaba algo arruinada la pintura, lo que quería decir que los golpes si fueron tan brutales como se escucharon en las notas de audio.
Él también recibió su abrazo de agradecimiento— uno más corto y menos intenso— lo recibió tranquilo, todavía no se acostumbraba a la personalidad cariñosa de Dongbaek, pero no le desagradaba.
—Gracias, Dios, me aterré— confesó— y quería salir porque huele horrible ahí dentro.
—Al menos no pasó a mayores, podemos irnos.
—Tenemos que darle una lección al borrachín.
Jimin negó, jalando de la camiseta a su amigo y arrastrándolo hacia la salida.
—Dije que podemos irnos, te dejaría golpearlo si cuando llegáramos seguía molestando a Dongbaek, pero no estaba siquiera a la vista, así que no buscaremos más pleitos.
—No más golpes, por favor.
Jungkook buscó su paz interior, yéndose todavía inconforme.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
