El riesgo

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Tal cual el guía les había comentado, apenas colocaron un pie en aquél bar, la música llenó los oídos de ambos, el aroma era intenso, parecía una perfumería, se escuchaban las risas de los presentes ante el acto de comedia en el escenario y aunque ellos no entendían nada, solo los gestos y expresiones exageradas sacaban risas, pidieron una botella de vino blanco que ambos disfrutaban y se dedicaron a pasarla bien, no utilizaron sus teléfonos para nada, Dongbaek se disculparía con Nana el día siguiente por no responder a sus mensajes.

Luego de un rato con música agradable y charlas entre ellos sobre cómo aquella experiencia era muy nueva para ambos, un hombre, claramente extranjero, tomó el micrófono y fue aplaudido incluso antes de comenzar, cosa que él agradeció en el idioma que era considerado universal, de esa manera, era más fácil para el público entenderle.

—Gracias, eh...— se señaló— veo muchos rostros nuevos, quiero advertirles que no soy un poeta, no hablo en prosa y me gusta expresarme con exageraciones, pues siento que dan a entender mucho mejor mi sentir el cual tampoco es elegante. Quiero contarles esta noche algo muy personal.— toma asiento— Soy un hombre felizmente casado y me parece que la vida es muy oportuna, esto lo digo porque cuando conocí a mi otra mitad, me encontraba nadando en la absoluta desgracia, yo estaba en el fondo del océano nadando sin descanso hacia una superficie que parecía no existir, ahogándome con todos mis problemas. No me divertía, no sonreía, todo era aburrido y no me causa conflicto sonar tan cliché, porque es la verdad, luego, mientras nadaba en ese horrible mar, apareció una mano— encoge sus hombros— no saben cómo me aferré a esa mano, querido público, lo que es hilarante pues en mi vida me negaba rotundamente a recibir ayuda, sin embargo, la necesitamos de forma obligatoria para poder avanzar, si yo no me hubiese aferrado con uñas y dientes a esa mano que era la única dispuesta a ayudarme, yo no estaría en este plano terrenal contándoles esto. Hay que tomar riesgos, señoras y señores, yo lo tomé y el riesgo está en casa preguntándose a qué hora volveré.

El salón se llenó de risas, Dongbaek solo sonrió, estaba muy inmersa en la historia que fue contada de forma tan despreocupada, tan cómica y bella. El hombre continuó con su monólogo, se desconectó de él para darse cuenta de Jungkook mirándole con atención, entrecerró los ojos en su dirección.

—¿Tengo algo en el rostro, Jeon?

—He estado mirándote todo el rato y solo ahora te das cuenta.— una canción que pudo reconocer, comenzó a sonar, se levantó— Baila conmigo, han puesto algo que no es Jazz o Tango.

Observó detrás de él, algunas parejas en la pista que estaba poco más alejada del escenario donde el hombre ya terminó su narrativa. Aceptó bailar con él aunque ella no conocía la canción, regañándose porque Jungkook siempre tomaba el mando de cada situación, era siempre el de la iniciativa, si tan solo pudiese tener su determinación durante al menos unos minutos, no se sentiría tan patética.

Pero claro, ella siempre debía armarse de valor para cada minúscula cosa, así había sido durante mucho tiempo.

—Creo que nunca hemos bailado juntos— comentó cuando llegaron a la pista y la carga eléctrica le atravesó apenas la mano izquierda de Jungkook le tomó la cintura— tampoco soy muy buena en esto.

—No es complicado— dice— yo te guío, no pasa nada.

Pasos simples, poco a poco tomaba más confianza, la suficiente para dar vueltas, entonces Dongbaek vio a una pareja, él tenía ambas manos en la cintura de ella. Quiso imitarlo, tomó la mano de Jungkook, la situó en su cintura y ella dejó ambas manos en los hombros de este, él sonrió con un deje de sorpresa y continuaron bailando.

—Hemos hecho muchas cosas los primeros días— la canción cambia a una todavía más lenta, entonces Dongbaek está hablándole casi al oído, acoplandose a una nueva postura donde están más cerca— siento que los últimos días no habrá nada interesante para hacer si seguimos así.

—Se me ocurrirá algo. Mañana podríamos no hacer demasiado, continuar con nuestra usual rutina de echarnos en la cama, pedir comida y ver películas, de todas maneras creo que la prensa ya sabe que estoy aquí.

Sin destruir su baile, se hizo un poco hacia atrás para verlo, ambos pares de ojos avellana se conectaron a pesar de la iluminación tan pobre y Dongbaek sintió el nerviosismo, el terror absoluto cuando notó a Jungkook desviar la vista a sus labios durante breves segundos.

Estaban jugando con fuego.

Hay que tomar riesgos.

Jungkook quiso tirarlo todo por la borda, pero no pudo, se retractó en el último segundo pues su valentía poseía límite de tiempo, estaba también esa voz en su cabeza gritándole que no lo arruinara ahora, que no valía la pena perderlo todo por sus imposibles deseos.

—Nana va a matarme.

—¿Mm?

—Tu hermana va a matarme.

—¿Por qué?

Porque Dongbaek decidió tomar el liderazgo solo por ese momento y lo tomó con la misma fuerza con la que el orador se aferró a aquella mano que le sacó del mar.

Lim Dongbaek tomó sin permiso los labios de Jeon Jungkook.

Lim Dongbaek tomó sin permiso los labios de Jeon Jungkook

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𝗦𝘁𝘂𝗰𝗸 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝘆𝗼𝘂❝ 𝗷𝗷𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora