¿Por qué?

Hades y Poseidón

Reunidos en una de las celdas de aquel recinto prohibido. Los hermanos miraban fijamente al otro.

Hades y Poseidón, dioses del panteón griego, parecían combatir en silencio. Quizás contra el otro, quizás contra ellos mismos.

El menor de ellos estaba en suelo, casi reposaba todo su cuerpo. En sus manos, dos esposas le negaban movimiento y el uso de sus poderes.

Hades, el rey del Inframundo, estaba acostumbrado a recorrer aquel lugar vigilando a los enemigos de su familia. Ahora, su hermano estaba ahí por su culpa.

-Asi que has logrado sobrevivir - dijo el tirano de los mares indiferente

-Al parecer has cometido otro error, Poseidón - respondió amenazante el hermano mayor.

Poseidón bufó con molestia.

-Si eso es lo que piensan, entonces es su problema - sentenció el dios del mar - sólo son puras escorias...

-Poseidón, te diré esto porque a pesar de todo, aún eres mí familia. Además ... Estoy seguro que quieres saber de él - expresó el otro acercándose.

-No debes hacerlo, ya no eres nada para mí. Todo lo que veía en tí, ya no existe. No necesito que hables sobre mi humano - expresó sin apartar la mirada.

-Sasaki Kojiro está a salvo - dijo ignorando las palabras de Poseidón - está a salvo de nosotros

El prisionero apretó sus dientes con fuerza. Tenía que controlarse. Hades no parecía provocarlo pero quería que mostrara los mismos sentimientos que él.

¿Cómo se sentiría si supiera la verdad?

¿Qué haría después de saber que Sasaki era suyo?

-Él siempre estará a salvo conmigo, Hades - agregó conteniendo su ira - después de todo, ese humano me pertenece por completo

-Poseidón....- trató de decir Hades

-Deberías dejar de hablar y escucharme, Hades. Supongo que aún no te lo han dicho. De otra forma, me hubieras atacado - comentó.

-¿Por qué tendría que atacarte? - pregunto indiferente - he sido demasiado permisivo con todos ustedes y sobre todo contigo. Desde la muerte de Adamas debí frenarte. Debimos castigarte por tu crimen aunque lo hayas hecho por el bien del panteón.

Poseidón levantó su mano para peinar su cabello hacia atrás.
Cerró sus ojos con frustración.

-¿Aún piensas en eso? Por eso eres débil, sigues viviendo en el pasado... Hades - hizo una breve pausa - lo que hice jamás podrás remediarlo. Mucho menos lo que le hice a Sasaki

-Sasaki es muy fuerte - intervino rápidamente el rey del Inframundo - es más fuerte de lo que crees. A pesar de todo tu plan, él ha regresado con los humanos.

-Si tan seguro estás de eso, deberías ver su cuerpo de una vez. O mejor aún, deberías preguntarle si aún recuerda cómo lo penetré aquella noche- dijo señalandose a sí mismo

Hades abrió sus ojos con sorpresa.

Se acercó a su hermano y tomó con fuerza su cuello.

-¡¡¡Poseidón!!!¡¡¡ Cómo pudiste hacer algo así!!!!- golpeó a su hermano con fuerza.

Golpe tras golpe, el tirano de los mares sonreía sin evitar la mirada de su hermano.

Había logrado su objetivo. Hades estaba furioso, colérico.
Se sentía bien... Malditamente bien lastimarlo así.

-¡Cómo pudiste abusar de él! ¡Sasaki, no merecía esto! Maldita sea, Poseidón!!! - gritó con dolor.

Golpe tras golpe su fuerza aumentaba. La sangre caía sobre el rostro de su hermano.

-¡Lo hice porque es mío! ¡Cuando vas a entenderlo! ¡ Su alma, su cuerpo me pertencen! - Hades se detuvo para después levantarse y ver las heridas ajenas y propias.

Posieodn escupió un poco de sangre que empezaba a molestarlo en sus labios.

-Maldito... - expresó el hermano mayor.

-Solo a mí.... Yo sentí todo su interior...jamás podrás tomarlo. Sasaki solo podrá verme a mí a partir de ahora, ya no podrás tenerlo

Hades estuvo a punto de seguir atacándolo pero algo más empezó a cobrar sentido.

-Por eso.... Es por eso que él... - balbuceó.

Ahora todo tenía sentido.

Hades caminó hacia la salida. Poseidón seguía sonriendo.

-Te he vencido, hermano...

-No, Poseidón... El único que está sufriendo es él - dijo para después salir del Tártaro.

A unos pasos más adelante, Zeus estaba esperándolo.

Era obvio que había escuchado toda la conversación y no tenía intenciones de intervenir. Solo debía preguntar lo único que le importaba.

-Hermano... Debo preguntarte si has decidido el destino de Poseidón

-Poseidón no será liberado - respondió el inmortal sin detenerse - solo un mortal decidirá su futuro. Hasta entonces, Poseidón cumplirá con su castigo.

-¿Castigo? - preguntó Zeus. Eso no había sido pactado antes.

-Quienes residen en el Tártaro pueden cumplir una tarea para expiar sus culpas - dijo Hades para girar su cabeza hacia Zeus - eso no deberías olvidarlo, padre de los dioses

Zeus lo sabía.
Era una amenaza.

-Entonces, qué sugieres

-Tendrá la misma pena que aquel humano que solo se amó a su mismo. Jamás podrá tener lo que tanto anhela y pensará que su reflejo muestra la verdad - sentenció Hades.

Zeus vió a su hermano alejarse.

El castigo divino era perfecto, debía admitir.

La ira de su hermano, definitivamente, era peor que otra que hubiera conocido.

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