Capítulo 8

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Shin Tae-oh, quien condujo solo hasta la empresa, se encerró directamente en su oficina. El jefe de su personal, que lo había seguido, sostuvo una tableta y habló con calma.

—"Voy a informarle sobre el horario de hoy".

Aunque sus ojos iban de la tableta a Shin Tae-oh con nerviosismo, su voz permanecía serena, fruto de su larga experiencia en la vida empresarial. El jefe de personal reprimió su curiosidad sobre lo que había pasado con su jefe y continuó con su informe.

Como era un trabajo que originalmente hacía SeHyeon, Shin Tae-oh, que aún no se adaptaba bien, asintió a la ligera y dio instrucciones.

—"Tráeme sólo los documentos urgentes que necesiten aprobación y pospón el resto".

—"¿Incluyendo las reuniones?".

—"Sí".

—"Entendido".

Hasta que el jefe de personal hizo una reverencia y se dio la vuelta, Shin Tae-oh mantuvo su rostro indiferente de siempre. Sin embargo, en el momento en que se quedó solo, bajó la cabeza y apoyó la frente en sus manos entrelazadas.

—"Me duele la cabeza".

Aunque no estaba en su ciclo, el fuerte flujo de feromonas le causaba un dolor corporal intenso. Sentía la fiebre en su frente, incluso en sus dedos, que estaban sensibles. Generalmente podía soportarlo bien, pero hoy, al pensar constantemente en alguien, no podía ignorar la reacción de su cuerpo.

—"Secretario Anh".

Llamó a la persona responsable de su estado.

—"...Ahn SeHyeon".

Y, de una manera poco usual, pronunció su nombre.

—"Haa...".

El suspiro de Shin Tae-oh se profundizó porque, al decir su nombre, su corazón había latido de una manera diferente a lo habitual.

—"¿Soy realmente tan patético?".

Mientras otros sufrían con ciclos repentinos, él se veía afectado al verlos.

Shin Tae-oh suspiró y recordó aquel día con SeHyeon.


—"Resistir con agua fría tiene sus límites, eres impresionante...".

Si el ciclo hacía que las feromonas se expresaran tan fuertemente, no sería fácil soportarlo, pero SeHyeon se negaba a tener una relación con un alfa absoluto. Por eso, no tenía intención de devolver a SeHyeon al baño.

Desabrochó su cinturón y también puso su mano en los pantalones de SeHyeon. Aunque SeHyeon giraba su cuerpo tratando de evitarlo, Shin Tae-oh suspiró y lo volvió a girar.

—"No hay tiempo para esto ahora, secretario Ahn".

No me gusta mucho desnudar a alguien que no está en su sano juicio. Murmuraba, bajó los pantalones de SeHyeon.

—"No lo haré hasta el final".

Así que no te preocupes. Parecía que SeHyeon había escuchado las palabras de Shin Tae-oh, ya que solo respiraba pesadamente, lo que también molestaba a Shin Tae-oh.

—"Así que así es cuando las feromonas se liberan con cada respiración".

Era imposible respirar con el aire lleno de feromonas. Aunque parecía molesto, Shin Tae-oh no dejó de respirar.

—"Quiero desnudarte completamente, pero te sorprenderías, secretario Ahn".

Su miembro erecto se delineaba claramente a través de la ropa interior. Con solo tocarlo ligeramente, SeHyeon se encogió hacia un lado. Aunque intentaba evitar su mano, al encoger las piernas quedó atrapado.

Las tonterías del sub-gongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora