Capítulo 21

2.6K 427 62
                                    

Había dos cosas que aprendí en esta vida. Una era que no importa cuánto me esfuerce, no podría escapar de esta condición. La otra, que Shin Tae-oh nunca se enamoraría de Jin Hye-in.

Así que no creo que se moleste si rompo cualquier conexión que pueda tener con Jin Hye-in.

Mientras miraba a Shin Tae-oh volverse hacia mí, pensé en cómo podría fastidiar a Jin Hye-in.

Cariño, toma mi mano.

O tal vez:

Párate justo ahí. Iré a darte un beso.

¿Qué pasaría si me lanzara de esa manera?.

No estaría mal, pero no es lo mejor.

Había varias complicaciones al hacer algo tan impulsivo.

Primero, yo era su secretario. Tenía que considerar qué impacto tendría causar una escena de manera repentina. No es que fuera demasiado ambicioso, pero siendo su secretario, tenía que preocuparme por ello. Cualquier cosa que hiciera recaería directamente sobre mi jefe.

En segundo lugar, estaba mi preferencia personal. Podrías preguntarte: —"¿Y qué tiene que ver esto con preferencias?"

Si revelo todo de golpe, no tiene gracia.

Mientras observaba a Jin Hye-in detrás de Shin Tae-oh, lentamente abrí la boca.

—"El presidente Shin Tae-oh...".

Usé deliberadamente su nombre.

—"Su futuro esposo lo está buscando".

—"¿Qué?".

La reacción de Jin Hye-in fue inmediata. Fingí no notar su expresión incrédula.

Vi cómo una de las cejas de Shin Tae-oh se levantaba ligeramente, y sin perder la compostura, continué con la mentira.

—"¿Le digo que espere?".

El secretario había puesto las cartas sobre la mesa; ahora le tocaba a mi jefe hacer su jugada. Shin Tae-oh, mirando mi rostro impasible como si intentara descifrar mis intenciones, asintió.

—"Vamos ahora".

—"Entendido".

Rápidamente seguí su instrucción y me dirigí hacia la salida. Mientras pasaba por delante de Jin Hye-in, escuché que murmuraba para sí misma:

—"¿Futuro esposo?".

Al ver su mirada confusa, respondí de manera vaga, —"No puedo darle detalles".

—"¿No eres tú?".

Si no hubiera amenazado con apartarme, no habría hecho esto. Ahora, con la aparición de un supuesto futuro esposo que cayó del cielo, debía estar bastante desconcertada. Que se rompa la cabeza pensando un poco.

Sintiendo la mirada perforante de Jin Hye-in en mi espalda, enderecé aún más la postura.

Si no hubiera amenazado con despedirme, no habría tenido que intervenir.

Que Jin Hye-in se insinuara con Shin Tae-oh no era de mi incumbencia. Pero si intentaba poner en riesgo mi seguridad, entonces ahí sí era diferente.

Estaba tan complacido con haberle devuelto el golpe a Jin Hye-in que no presté atención a mi alrededor. De repente, una mano tomó mi muñeca y me arrastró hacia un lado. Aunque perdí el equilibrio, no caí gracias al fuerte agarre de Shin Tae-oh.

—"Ven aquí".

Sin poder resistirme, fui arrastrado por él a grandes zancadas. Mientras la vista se volvía borrosa por los rápidos movimientos, un fuerte ruido resonó y el frenesí cesó. Al tomar aire, noté un mural con una figura verde, tan vívida que parecía saltar del cuadro. Estábamos en la escalera de emergencia.

Las tonterías del sub-gongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora