Capítulo 53

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Shin Tae-oh estaba empapado. Al principio era sudor, pero desde que SeHyeon le arrojó agua, ahora la mayoría era de esta.

SeHyeon esperaba la reacción de Shin Tae-oh. Si él se sentía incómodo, se disculparía inmediatamente, y si no, estaría dispuesto a arrojarle más agua cuando fuera necesario.

Tras un breve momento, Shin Tae-oh se despeinó la cabeza.

—"Así que por eso estabas en el baño, ¿eh, secretario Ahn?".

—"Sí, fue algo inesperado para mí también".

Cuando su ciclo de celo se adelantó un día, algo que nunca sucedía, SeHyeon también había experimentado una sed insoportable. Había gateado hasta el baño. Mientras se arrojaba agua, al menos el calor disminuía un poco, y ocasionalmente sacaba la lengua para humedecerla.

Aunque no se calmaba por completo, en ese momento, esa fue la mejor opción.

—"¿Te has recuperado un poco?".

—"En cierto grado, sí".

Cuando Shin Tae-oh sacudió la cabeza, los mechones que le cubrían el rostro cayeron, lo que hizo que su cara pareciera más fresca y despejada. Shin Tae-oh se levantó lentamente, y ya no parecía estar tan débil como antes.

—"Entonces, ¿podrás resistir un poco más? Si puedes aguantar, deberíamos ir directamente al hospital...".

SeHyeon sugirió esto pensando que sería más rápido obtener una receta en el hospital que esperar a Jin-ho. Pero de repente, sintió una presión sobre sus hombros.

Shin Tae-oh había puesto ambas manos en sus hombros y agachó la cabeza. Si la diferencia de altura fuera mayor, habría podido ver su rostro, pero solo había una diferencia de cinco o seis centímetros.

—"¿Señor?".

SeHyeon lo llamó, pero las manos de Shin Tae-oh comenzaron a apretar con más fuerza.

—"Siento que si no lo hago ahora, no podré hacerlo después".

No sabía a qué se refería, y Shin Tae-oh parecía estar hablando consigo mismo más que con él. Mientras SeHyeon trataba de entenderlo, Shin Tae-oh levantó la cabeza y sus miradas se cruzaron.

El sudor o el agua, lo que fuera, había empapado sus pestañas, y estas parpadearon, vertiendo gotas que caían de sus húmedos ojos, que lo miraban fijamente.

No debería haberlo mirado. Ya estaba aturdido por las feromonas, y al hacer contacto visual con Shin Tae-oh, su corazón comenzó a latir descontroladamente.

Ignorando su desbocado corazón, SeHyeon levantó la mano, con la intención de empujarlo.

Pero en el momento en que tocó la solapa de su chaqueta, en lugar de alejarlo, sintió el impulso de enredar sus dedos en la tela. Sabía que no debía hacerlo, pero quería aferrarse a Shin Tae-oh. Quería quedarse allí y no salir. Fue entonces cuando su cuerpo se giró de repente.

—"¿Eh?".

Estaba frente a Shin Tae-oh, pero en un instante terminó mirando la pared, quedándose completamente desconcertado. ¿Qué había pasado?.

—"Debes irte mientras todavía puedo resistir".

—"¿Señor? Espere, un momento...".

SeHyeon trató de volverse para mirar a Shin Tae-oh, pero no pudo mover su cuerpo, ya que él lo estaba guiando hacia adelante.

Con cortesía, Shin Tae-oh le abrió la puerta y lo empujó al pasillo. Solo entonces SeHyeon pudo girarse y mirarlo. Respiraba con dificultad mientras sostenía el pomo de la puerta.

Las tonterías del sub-gongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora