Capítulo 23

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Hasta ahora, SeHyeon pensaba que no había un mejor jefe que Shin Tae-oh.

Primero, lo más importante: el dinero. El salario era más alto que en otros lugares, y además le daban bonos por rendimiento. Las horas extras también se pagaban sin excepción. Incluso cuando pasaba 24 horas al lado de Shin Tae-oh, el sueldo era tan bueno que no podía evitar sonreír.

Luego, estaba el hecho de que su jefe no era una persona extraña, lo cual le gustaba. Como ser humano, Shin Tae-oh era decente.

Además, como Shin Tae-oh era un secundario, los beneficios adicionales eran bastante buenos. De las cosas que compraba como regalos para Yoo Jin-ha, una buena cantidad terminaba en casa de SeHyeon. Y también estaba el placer de ver la historia original de cerca, lo que hacía que la satisfacción laboral fuera insuperable.

Así fue hasta hace cinco minutos. Realmente le gustaba tanto su trabajo que quería quedarse allí toda su vida...

Quiero escapar.

De repente, el deseo de renunciar se hizo desesperante.

SeHyeon no podía ocultar su rostro enrojecido y estaba preocupado por cómo podría retractarse de lo que acababa de decir.

-"Por mi culpa, ¿el corazón de SeHyeon late más rápido?".

¿Debería decirle que, siendo humano, es normal que el corazón lata?.

-"Si no me lo hubieras dicho, no lo habría sabido".

SeHyeon mordió suavemente sus labios. No es que Shin Tae-oh no lo hubiera escuchado, pero parece que no le importaba lo incómodo que le hacía sentir. Al verlo sonreír de esa manera tan complacida, SeHyeon no podía evitar encontrarlo irritante.

-"Bueno, supongo que cada persona tiene diferentes puntos que los emocionan".

-"¿Dónde aprendió a decir esas cosas...tan cursis?".

¿De dónde sacó esas palabras que hacen estremecer?.

-"Ahí".

Cuando Shin Tae-oh señaló algo, SeHyeon rápidamente giró la cabeza. En cuanto lo vio, lo entendió.

Un anuncio.

Era un eslogan publicitario de la empresa, cuidadosamente elegido para dejar una impresión duradera sobre la marca del nuevo complejo de apartamentos.



-«"El lugar donde todo se vuelve emocionante es tu hogar"».

-"Presidente".



Ahora que lo había confirmado, era su turno.

-"Déjeme explicarle exactamente qué es lo que sentí".

-"¿Conoces bien tus propios sentimientos?"

-"Es mío, así que lo conozco bien".

-"¿De verdad? Yo no lo tengo tan claro...".

El comentario pensativo de Shin Tae-oh parecía pesado, probablemente debido a la mirada sombría en sus ojos. Como parecía ser una continuación de lo que había dicho antes, SeHyeon fingió no haberlo escuchado por un momento. Primero, quería persuadirlo con su propia explicación de lo ocurrido antes... Después, escucharía lo que Shin Tae-oh tuviera que decir.

-"Tengo tres deseos".

-"¿Deseo?".

Los ojos de Shin Tae-oh se arrugaron, como si de repente estuviera escuchando una tontería. SeHyeon tuvo que reprimir el pensamiento de que ese gesto, con un solo ojo entrecerrado, le resultaba curiosamente sensual.

Las tonterías del sub-gongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora