Capítulo 37

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Cuando el teléfono volvió a sonar, preguntó de qué hospital se trataba. Sentí que la conversación se estaba desviando de alguna manera, pero no estaba seguro de qué era. Después de decirle el nombre del hospital y el número de habitación, me quedé pensativo.

¿Qué es lo que estoy pasando por alto?.

Si se trata de TaeYang, podría decir que lo conozco hasta los huesos, pero ¿por qué siento que no sé algo?.

—"¿Quién era?".

—"Oh, mi superior".

—"¿Qué superior? ¿El secretario en jefe o el director general?".

Ante la pregunta de su madre, quien pelaba fruta, SeHyeon se acercó y se sentó, guardando el teléfono en su bolsillo.

—"Es el director general."

—"¿No dijiste que hoy tenías el día libre? ¿No te dijo que subieras porque estaba ocupado?".

—"No es eso".

SeHyeon negó con la cabeza mientras tomaba un trozo de manzana con un tenedor y se lo daba a su padre. Luego intentó darle una manzana a su madre, pero ella parecía más interesada en hablar que en comer.

—"Si no es eso, ¿por qué te llama para preguntar dónde estás?".

—"Ah...".

—"SeHyeon, ¿qué pasa?".

—"Nada".

Mientras conversaba con su madre, se dio cuenta de por qué se sentía incómodo.

¿Qué jefe va a visitar a una secretaria que pidió un día libre?.

Y fue entonces cuando comprendió que había cedido ante la presión de TaeYang sin darse cuenta. Sabía muy bien que TaeYang era alguien que sabía aprovechar las oportunidades, pero aún así no lo había previsto.

Sacó su teléfono y envió un mensaje al secretario en jefe, informándole que había hablado con Shin Tae-oh. Pronto recibió una respuesta con una breve vibración.

Dijo que tuvo un asunto urgente y que yo me haría cargo por él. Lo siento.

Sintiéndose un poco incómodo, SeHyeon pensó que debería agradecerle al secretario en jefe cuando regresara a la oficina el lunes.

—"Oh, vaya, no lo pensé. Si el director general va a venir, debo prepararle algo de beber".

—"¿Qué? No, no, el director no va a venir".

Mientras pensaba en el secretario en jefe, su madre se levantó rápidamente. SeHyeon la detuvo, diciéndole que no era necesario.

—"¿No va a venir?".

—"No, en realidad iba a decirle que no estoy en Seúl".

Ahora que lo pensaba, cuando habían hablado por teléfono, mencionó que estaba frente a su casa. ¿Cuándo surgió ese asunto urgente?.

Debo confirmarlo cuando vuelva al trabajo.

—"Por favor, siéntese y cuénteme. ¿Cómo han estado?".

Decidió dejar de pensar en Shin Tae-oh por un momento. En ese instante, lo más importante eran sus padres.



***



La conversación familiar pronto derivó en un sermón unilateral de SeHyeon.

—"Cuídense más en adelante".

—"Sí".

Su padre acariciaba su pierna enyesada sin razón aparente. SeHyeon lanzó una mirada severa a su madre también.

Las tonterías del sub-gongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora