Capítulo 22

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La conversación con Jeong Mi Jeong hizo que Shin Tae-oh confrontara un secreto que había escondido muy profundamente.

El mundo siempre estuvo un poco alejado de Shin Tae-oh. Nació en una buena familia, pero sus padres estaban ocupados.

Había muchas personas que lo cuidaban, pero todos esperaban con ansias el final de su jornada.

El amigo que él consideraba más cercano hizo equipo con otra persona.

Así era su vida. Hiciera lo que hiciera, o en cualquier relación, siempre había otro protagonista. Al principio, le resultaba extraño y le daba rabia. Le dolía que no pudiera ser el protagonista. Pero se dio cuenta de que si nadie escuchaba sus quejas, no tenía sentido. Así que lo dejó estar.

Con el tiempo, entendió que por solo un pequeño paso, el mundo estaba fuera de su alcance, y dejó de pensar que sería el primero en algo. Aceptó que siempre habría alguien mejor que él, y que el mundo giraba en torno a otros, no a él.

Desde el momento en que aceptó esto, dejó de tener expectativas. Mantuvo una distancia adecuada con las personas y no se decepcionaba cuando era dejado de lado.

Si te rindes, todo se vuelve más fácil. Con esa mentalidad, se acostumbró a vivir renunciando a las cosas. Sin embargo, también había cosas que nunca llegó a conocer. Como ser amado por alguien. Ser la única persona especial para alguien. No sabía exactamente qué era el amor, ya que nunca lo había experimentado, pero no le importaba. De todas formas, pensaba que viviría sin saberlo.

Cuando sus padres finalmente se dieron cuenta de su estado, lo llevaron rápidamente al hospital y buscaron terapia. Pero no tuvo ningún efecto. A los ojos de los demás, Shin Tae-oh parecía completamente normal, y no era que tuviera alguna paranoia inusual, por lo que sus padres finalmente aceptaron que no podían revertir su situación.

En un día cualquiera, mientras esos sentimientos de injusticia por perder lo que más quería y el aburrimiento de tener lo que no deseaba coexistían y corroían su alma, ocurrió algo.

—"¿Y Yoo Jin-Hyeon?".

—"Salió cuando alguien lo llamó".

Le dijeron que Yoo Jin-Hyeon se había ido cuando él lo llamó, y Shin Tae-oh asintió antes de darse la vuelta.

—"Me voy".

—"¿Ya te vas?".

No tenía sentido quedarse más tiempo en la casa de Yoo Jin-Hyeon si él no estaba. Aunque estaba empapado de sudor por el camino hasta allí, no le importaba. Siempre había sido así.

—"Tae-oh hyung".

Al oír la voz que lo llamaba con urgencia, Shin Tae-oh se giró y vio a Yoo Jin-ha.

—"¿Tienes hambre? ¿Comemos ramen juntos?".

—"¿Ramen?".

—"Creo que es demasiada cantidad para comer solo".

Al recordar que no había comido nada porque Yoo Jin-Hyeon lo llamó apresuradamente, Tae-oh pensó en negarse, ya que nunca había estado a solas con Yoo Jin-ha. Pero él fue más rápido.

—"Siéntate. Voy a encender el aire acondicionado".

Aunque estaba en edad de crecer, Yoo Jin-ha tenía una complexión más pequeña que los demás de su edad. Shin Tae-oh pensó en ayudarle, pero luego desistió. A los dieciséis años, debería ser capaz de cocinar ramen solo.

En cambio, fue hasta la mesa del comedor cerca de la cocina y se sentó, observando cómo Yoo Jin-ha se movía rápidamente de un lado a otro. Buscaba platos, llenaba una olla con agua y la hervía, luego sacaba los fideos de ramen del fregadero. No se sintió aburrido viéndolo. De hecho, era una sensación extraña estar solo con Yoo Jin-ha en ese espacio.

Las tonterías del sub-gongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora