Las tonterías del sub-gong

Capítulo 45

El hecho de que Shin Tae-oh encontrara a SeHyeon fue una coincidencia. Solo conocía la ubicación aproximada, sin poder precisar más. No era solo uno o dos edificios, así que no podía saber exactamente a dónde se dirigía SeHyeon. ¿Con qué confianza había venido entonces?

Instinto.

Aunque otros no lo lograran, él tenía la vaga sensación de que sería capaz de encontrar a SeHyeon. Y al final, se toparon.

Con Ahn SeHyeon, que sonreía de manera siniestra...

Shin Tae-oh lo miró fijamente a la cara antes de suspirar y hablar.

—"¿De dónde vienes?".

No podía decirle que venía de hacer una conexión entre el jefe y los villanos, así que murmuró que había salido de paseo.

—"Me sentiría mal si estuvieras haciendo algo divertido sin mí".

—"No es eso...".

—"Entonces, ¿no es divertido?".

—".....".

Tampoco era eso.

—"Parecía que tenías algo que hacer por aquí".

Shin Tae-oh levantó la vista y examinó los edificios. Y pronto se dio cuenta.

—"¿Ha Min-hyuk?".

—"No".

Era lógico que pensara en Ha Min-hyuk, ya que Ha Jin-Seong estaba cerca, pero había fallado por poco.

Justo cuando Shin Tae-oh estaba a punto de deducir más, SeHyeon lo tomó del brazo con la intención de llevárselo.

—"No puedes ver a Ha Jin-Seong".

Al final lo dedujo.

—"¿Qué es lo que no puedo hacer?".

—"No podrás acercarte a Ha Jin-seong mientras siga con vida".

¿Y si le echara tierra encima?

—"No es lo que piensas".

—"Nadie te tratará tan bien como yo".

Sinceramente, era más bien que él se adaptaba bien a Shin Tae-oh, porque decir que Shin Tae-oh lo trataba bien... Mientras pensaba en las cosas que tenía en casa, asintió con la cabeza.

—"Sé que me trata bien, jefe".

Aunque debía ir a ver a Yoo Jin-ha, terminó poniéndose los guantes que le había dado Shin Tae-oh, dedo por dedo, mientras respondía.

—"Así que no vayas con Ha Jin-Seong".

Siempre lo llamaba por un apodo molesto, pero ahora había dicho correctamente su nombre. Al final, todo era para molestar a Ha Jin-Seong.

—"No voy a ir".

Ignoró las tonterías de Shin Tae-oh y siguió caminando.

Pero al darse cuenta de que no lo seguía, SeHyeon se dio la vuelta y lo llamó.

—"Tae-oh, vamos a comer".

Ya estaba todo dicho si habían llegado hasta aquí.

Con pasos decididos, SeHyeon empezó a caminar, como si indicara que no iba a detenerse más. Shin Tae-oh sonrió y negó con la cabeza.

—"Me he cavado mi propia tumba".

Le dije que podía hablarme de manera informal, y ahora está jugando con mis emociones.

***

—"¿No ha sido solo una vez?".

Shin Tae-oh preguntó sorprendido, y SeHyeon asintió mientras metía un trozo de tteokbokki en la boca.