Planetas cuadrados

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—A mi parecer sería excelente si dejas de comportarte como una ermitaña y sales de aquí al menos una vez al día.

—Ya salí —Me defiendo bajo la mirada de reproche de Camille —Está mañana fui a los ensayos, y ayer a la prueba de vestuario.

Ella pestañea un par de veces y niega con la cabeza en medio de un suspiro.

—Sabes perfectamente bien a lo que me refiero, necesitas dejar de evitarnos a todos.

—No los evitó —Miento inclinandome para tomar el libro que había dejado sobre la mesa de noche está mañana.

—El loco de tu ex novio no está por estos lares Muriel, es absurdo que sigas pensando que saldremos lastimados solo por estar cerca de ti.

No digo nada, solo me limito a mirar las letras impresas en el papel formando palabras que realmente no estoy leyendo.

Finjo poner toda mi concentración en la lectura hasta que Camille me arranca el objeto de las manos de un tirón y dirijo la mirada hacia ella con calma.

—¿Te importa? —Cuestiono alzando una ceja.

—¡No me estás escuchando! —Se levanta de la cama con frustración tirando el libro hacia mis piernas.

—Te estoy escuchando, pero ¿que pretendes que haga? —cuestiono alzando los hombros.

—¿Que me hagas caso y salgas de tu cueva cuál oso tras invernal? —la ironía es notable en su voz a pesar de con otra pregunta.

—Camile, relájate ¿quieres? Estoy bien, solo no tengo ganas de salir y mucho menos a una fiesta.

—Nunca tienes —Rebate, toma una respiración profunda como si estuviese resignandose y es mi mejor amiga pero definitivamente lo único que quiero es que me deje sola con mi libro al menos está noche.

—No te preocupes por mi, ve con los chicos estaré mejor aquí —Ella me observa con el ceño levemente fruncido, como si aún no estuviese convencida y me veo obligada a levantarme de la cama  y dirigirme a ella con fingido entusiasmo.

—Ese vestido está genial, ve a lucirlo tendrás a todos los chicos tras de ti, pero se selectiva y escoge al mejor —Alego sin darle tiempo a opinar y tomándola del brazo para guiarla con delicadeza hacia la puerta —Pasala bien y dile a Logan que no tome demasiado, me cuentas mañana como les fue.

—Pero...

—Tengo sueño así que si me escribe sprobablemente no conteste por qué estaré durmiendo

—Pero Logan dijo qu...

—Me lo saludas, ¡Adiós! —Sonrio despidiéndose en un gesto con mi mano

—pero...—Ni siquiera la dejo terminar cuando cierro la puerta en su cara de un tiron — Está loca —Murmura del otro lado —Eres una grosera Muriel irás al infierno! —exclama dando algunos golpesitos en la madera.

Dime algo que no sepa.

Ignoro sus palabras y camino hasta mi cama nuevamente mientras escucho a sus pasos alejarse por el pasillo.

—Que intensa es —tomo de nuevo mi libro y me vuelvo a sentar sobre la cama poniendo toda mi atención en la historia e intentando recobrar el hilo de la trama.

Hoy todo limittles récords se reunirán en uno de los mejores clubs de la ciudad para celebrar que el primer concierto en PR fue todo un éxito.

No ir es un pequeño desaire pero ya que he alegado que no me encuentro bien de salud, "una pequeña mentira" mi ausencia no se verá tan mal después de todo.

● LUAR: Luz de luna ●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora