Capitulos herrantes

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Constantemente mi mente se la pasa navegante en un mar de la ideas,

Es posible que algunas veces haya tormentas que hagan remover la marea y las olas choquen efusivamente contra las paredes del faro que vigila mi lado cuerdo haciéndolo tambalear.

Pero si hay algo que me caracteriza en la vida es mi estabilidad emocional, por ello me sorprende haber estado dudando de mis propias decisiones durante los últimos días.

Y mientras estoy aquí, haciendo ejercicio en el gimnasio privado de la gran casa donde ahora vivo no puedo dejar de preguntarme ¿Cual sería la solución correcta para comenzar a hacerlo todo bien de nuevo?

Si bien bailar me importa y todo lo que ello implica, no debería permitir que mis sentimientos hacia el tatuado nublen mi buen juicio y afecten mi trabajo.

Hace dos días había recibido una llamada por parte de Alexander, en la cual me notificó sobre una reunión que estaba interesado en tener conmigo y claro, al tratarse de mi jefe, obviamente me fue negarme.

Por lo que aquí estoy, esperando pacientemente mientras retomo mi rutina de ejercicio a quien podría o no estar considerando despedirme a pensar de tener un contrato conmigo.

Ciertos hechos me hacen pensar en la constante que siempre está presente en todas las situaciones.

No es Tanya, tampoco es el contrato, incluso podría nisiquiera tratarse de Lenny.

Soy yo, yo y mi extraño método de vida.

Quiero decir ¿que empresa abría aceptado seguir trabajando conmigo después que mi ex inrrumpiese con un arma de fuego en unas de nuestras prácticas?

Muchos pudieron salir heridos, sin contar con el hecho de que han atentado contra la vida de mi mejor amiga con la intención de hacerme daño a mi.

Lo cual me resulta tan impactante y atemorizante que incluso he llegado a considerar la posibilidad de mantenerme un poco más alejada de todos en las próximas semanas.

Fue hace cuatro días que los oficiales nos dieron las primicias del caso de Camille. Son cuatro días en los que me he dedicado en su mayor parte a encerrarme en mi habitación o sentarme sola a leer alguna libro en el jardín y rechazar cualquier invitación propuesta por alguna de las chicas con la excusa de estar preparando todo para comenzar con la transmisión del programa radial a distancia, sin embargo se que les resulta poco creíble incluso si me ven trabajando en ello.

—¡Aqui estás! ¡Genial! Estube buscándote por todos lados. — Logan entra al gimnacio y camina hasta acercase a mi con cierta euforia.

Mi respiración se encuentra agitada y regalandole una mirada despectiva observo en la pantalla de la cinta caminadora el tiempo que llevo en ella trotando antes que el ocupe la que está justo a mi lado comenzando con una velocidad suave, casi caminando.

Treinta y nueve minutos de trote.

—no es necesario que me respondas solo que escuches.

—Soy todo oidos— la voz me sale entrecortada gracias al esfuerzo físico que conlleva el trote pero sin dejar de adornarla con un estilo sarcástico.

—Quiero que sepas que he considerado mucho la propuesta que me hiciste .hace unos días y....

—¿De que hablas? — pregunto renuente.

—Porsupuesto de la invitación que me hiciste sobre ir de fiesta a algún club nocturno. —su tono de voz es tan obvio  que incluso me resulta extraño. — necesito distraerme — no necesito verlo con mis propios ojos para saber que está sonriendo en este mismo instante y eso solo me provoca querer bajarme de la cinta en este momento y golpearlo.

● LUAR: Luz de luna ●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora