Huésped.

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Abres los ojos para librarte de la oscuridad que te rodea.
Tienes una sensación extraña.
Sientes que estás dentro de tí, bajo llave, como si fueras un habitante desconocido.

Intentas cerrar la mano pero tu cuerpo no hace caso.

Los escenarios en tus ojos se ven tan lejanos, parece que observas a través de una pantalla.
Tu boca sonríe, pero esa no es la orden que diste.

Hay un huésped más aquí.

Se mueve alrededor y va ocupando más espacio.
Te arrincona hasta que solo te queda una pequeña esquina.

Mira como hace reír a todos.
Aman su carisma y sus chistes.

Pero eso no eres tú.

Nadie repara en ello porque esta versión les agrada más.

Intentas gritar y tu garganta se cierra, dejándote una sensación de asfixia.

La bilis sube con una sensación rara.
Son miles de arañas que escapan hasta salir por tu boca.
Sus pies peludos te cosquillean y te hacen vomitar, con cada arcada aumenta la cantidad.

Pataleas pero no puedes alejarlas.
Se arrastran pegajosas hasta subir por tu cuerpo y sientes la sustancia caliente y babosa escurrir dejando una estela a su paso.

Entras en pánico.

Algunas entierran sus colmillos para adormecerte y otras no pierden el tiempo depositando pequeñas cositas en tu piel.

Luchando contra la sensación pasas tu mano para quitarlas.

Están bien clavadas.

Se siente como un montón de semillitas, duras y rugosas que no se rompen por más fuerte que intentes presionarlas, parecido a los huevos de mariposa.

Las telarañas te envuelven cada vez más y no puedes moverte.

Te roban el oxígeno, la oscuridad te traga.

La última vista es de tu cuerpo plagado de esas cosas.

Ningún orificio está vacío, todo está repleto de huevos,  desde el interior hasta el exterior, incluso te molesta parpadear,
algunos de ellos ya se mueven impacientes,
tu carne servirá de alimento para cuando los pequeños nazcan.

Traerán más parásitos con ellos.

El nuevo dueño sonríe, lo logró.
El primer paso del plan está en marcha, es cuestión de tiempo para el inicio de una nueva era.

Cuando por fin has dejado de respirar corre para alcanzar a tus amigos, o debería decir,
¿Los suyos?

Ahora este es su cuerpo.

Ya no eres un peligro, nadie se dará cuenta que ya no existes.
Nadie te recordará, porque para ellos sigues aún aquí.

¿Quién será la siguiente víctima?

Nadie está a salvo, todos estamos a su merced.

                               💫
A través del espejo de la habitación acolchada, los doctores observaban preocupados como el paciente seguía gritando que lo han reemplazado.

Los delirios se están haciendo más fuertes, tendrán que cambiar la medicación de nuevo.

Un paseo por lo macabroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora