¿Qué tanto puede aterrarte el hecho que te arrebaten la vida de tus manos y no puedas hacer nada para evitarlo?
Un descuido, una explosión y un problema que nadie consideró importante.
La radiación se extendió sin perder el tiempo, cubriendo cada esquina y el invierno se transformó en una pesadilla viviente.
"Rápido, escondan las noticias, nadie tiene que enterarse, es solo otro día normal, podemos controlar esto. "
Los que están dentro de la nube no pueden ver el sol, serán llamados a otro tipo de viaje.
Muy pocos alcanzarán a huir a tiempo.
No hay vida ni muerte que no cuente, están quedando atrapados bajo el efecto que los desgasta poco a poco en su propio infierno.
La ciudad se llenó del olor a vómito y quejidos lastimeros, los números de víctimas comenzaron a subir con la misma velocidad del desastre y el pánico se extendió por primera vez.
Ya no se podía ignorar que algo estaba mal.
-Todo estará bien, lo controlaremos.
-¡NO PODREMOS SEGUIR ESCONDIENDO ESTO!¿De qué sirve escapar de algo que ya te tiene en sus garras?
Algo que no tiene olor ni color, que es imposible ver pero se siente de una manera dolorosa.
Manifestándose en quemaduras y muertes horrorosas.
Un monstruo del que nadie puede escapar.
Algo de este suceso se habría podido evitar si los planes no se hubieran adelantado.
Ojalá hubieran hecho caso al error.
¿Pero no es más importante ser los primeros? Respalda la afirmación con sangre.
Llenemos de girasoles la ciudad, en algún momento regresaremos a nuestros hogares.
ESTÁS LEYENDO
Un paseo por lo macabro
RandomPequeños relatos hechos para devorarte... Quiero decir atraparte