La maestra (IV)

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El deber de enseñar y formar el futuro de los alumnos no debe de verse afectado por las preferencias.

La maestra dejó sus flores y le dió las condolencias a la madre, habló de los problemas de su alumna y se marchó del funeral.

Ella lo había dicho, esa chica iba a causar problemas tarde o temprano, según ella su amabilidad no era más que un disfraz para engañar a todos.

Ella sabía que era problemática.

Aunque nadie le creía, una alumna ejemplar que se esforzaba al máximo.

Tarde o temprano debía de equivocarse, la maestra tenía que encontrar un solo defecto para poder arruinarla.

¿La razón?
No le agradaba, todas esas sonrisas y risas no hacían más que molestarla.

Sus palabras al recibir la noticia fueron las siguientes.
"¿Un suicidio?, les dije que algún día haría un escándalo".

Al caer la noche se encontraba dando de baja sus calificaciones, las ramas rasguñaban la ventana y los cuervos cantaron la canción fúnebre.

El director de la escuela la encontró dos semanas después, había decidido ir a visitarla para saber la razón por la que no asistió a la escuela ni respondió los mensajes.

Su cuerpo había empezado a descomponerse, los gusanos habían acudido y el olor que desprendía comenzó a impregnar las paredes, dejando el recuerdo de la muerte grabado de por vida.

A pesar del estado en el que se encontraba se podía apreciar los cortes hechos en forma de "x", de alguna forma el color no se había deteriorado.

El cartel que sostenía decía: "Mis sentimientos personales no son excusa para arruinar el futuro de mis alumnos sin motivo más que mi odio"

Los apuntes de cierta alumna se esparcían alrededor del cuerpo, grandes "x" rojas lo adornaban, evidenciando que incluso las respuestas correctas estaban tachadas.

De nuevo no hubo huellas ni señales de resistencia, el caso fue archivado junto a los otros dos, los policías estaban iniciando a creer que se trataba de un asesino serial con mucha experiencia.

A la maestra la olvidaron aún más rápido, de hecho sus alumnos se alegraron de que no tenían que repetir año con ella.

Un paseo por lo macabroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora