El golpeteo del corazón contra tu pecho disfraza el sonido de sus pasos arrastrados, tapas tu boca con la mano tratando de respirar con calma, pero las sacudidas de tu cuerpo se incrementan ante el terror.
Otra vez está aquí.
¿Cuánto falta para el amanecer? Se irá cuando salga el sol, debes de aguantar.
Sus garras rasguñan tu cabello cuando tratabas de acomodarte mejor en el escondite.
Acabas de entenderlo.
No hay forma de esconderse en la oscuridad.
Porque él es su hijo.
Ella le susurrará tu ubicación.
La pesadilla abre la boca y el líquido con olor rancio se desliza por tus brazos, su lengua viscosa recorre tu piel saboreándote.
Quieres que termine, pero los terrores nocturnos siempre juegan con sus presas.
No te dejará morir, estás destinado al terror día tras día, te acechará por siempre, jugará con tu mente hasta que seas una cáscara de nervios.
Beberá y beberá de tus miedos,
se nutrirá hasta que tu cuerpo colapse y tu corazón deje de latir.Solo deseas una muerte rápida.
Eres su fuente de diversión, de ninguna manera te la dará.
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Un paseo por lo macabro
AléatoirePequeños relatos hechos para devorarte... Quiero decir atraparte