Todas las noches apagas la luz y corres a tu cama, evitando pasar el menos tiempo posible a oscuras pisando el suelo.
¿Por qué?
¿A qué le temes?
Esta noche, decides eliminar el miedo para siempre.
La luz desaparece y das pequeños pasos hasta la cama.¿No ha pasado nada, verdad?
Te relajas, dejas salir el aire contenido y buscas con la mano la superficie para poder acostarte.
Te sueltas a reír por la ridiculez del miedo que te acompañó toda tu infancia, al final era fácil de vencer.
Algo se envuelve en tu tobillo, congelándote cuando estabas a punto de subir a la cama.
No tiene temperatura, no es frío ni caliente, tampoco tibio y no hay textura.
No hay tiempo de asimilar, sujeta tu otro pie y te arrastra al suelo.
¿El monstruo bajo la cama es real?
¿Siempre lo fue?
¿No se suponía que era un invento de las madres, para aplacar a los traviesos?
No tiene forma y la viscosidad de la oscuridad se escurre por tu garganta, bloqueando con sus tentáculos tus gritos; la baba que cierra tu boca te dan ganas de vomitar y no importa cuánto trates de hacerlo, no puedes liberarte.
Te susurra cosas incomprensibles, te vuelve loco a cada instante y te tortura hasta el amanecer...
"Ey, despierta ¿estás bien?"
"Tuve una pesadilla, pero ya pasó"
"¿Seguro?, espera tienes algo negro en la boca"
"¡NO LO TOQUES!"
"¿Por qué gritas?¿Estás seguro que te encuentras bien?"
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Un paseo por lo macabro
RandomPequeños relatos hechos para devorarte... Quiero decir atraparte