Un paseo por lo macabro

XXXIII

No tengas miedo.

Atraviesa el arco de Rosas y síguenos al territorio de las hadas.
Deja atrás tus zapatos y olvida quién eres, tu nombre ya no es importante.

Gira alrededor de los fuegos verdes de primavera, no interesa que tus pies se quemen en las brasas.

Cambiemos bebés humanos por muñecos de madera y observemos llegar su muerte lenta.

¡Ay no! te caíste.

Cuidado con las herraduras, con ellas no podrás subir a los caballos.

Molestemos mascotas y hagámoslas enojar.

La luna está en su apogeo, sumergéte en el estanque, no importa si te ahogas bajo su luz.

¡Ugh! las campanadas ya están aquí, es hora de irse.