Un paseo por lo macabro

El circo, Acto (III)

-¿También escuchaste los gritos?
-Sí, deben de estar dando una buena función ahí dentro.

-¿Quieres entrar por el otro lado? No confío en ese payaso.

La pareja se sujeta de las manos y camina no muy convencidos de regreso.
-¡Auch!, oye no te frenes de golpe.
-Quédate detrás de mí.
-¿Qué viste ahí adentro?
-Están asesinando a todos.
-No es posible, ¿Seguro que no es una ilusión?

El chico menea la cabeza señalando las hojas de periódicos tiradas manchadas de sangre.

-Claro, recuerdo las noticias, una ola de asesinatos está azotando la cuidad.
-Iniciaron cuando el circo llegó.

-¡Ay Dios!, ¿Qué hacemos ahora?
¿Llamo a la policía mientras vigilas?
-Será lo mejor.
Ok, lo haré rápido.

Los interminables segundos de la espera se alargan.

-Dicen que estarán aquí en diez minutos.

Un vistazo a la carpa los hace palidecer, un mar de cuerpos acompañado de ríos de sangre les da la bienvenida.

-Nos está buscando el payaso.
-¿Estás seguro que salió de la carpa?
-¡Corre!, hay que salir de aquí.