El golpeteo intermitente trae consigo el olor a podredumbre, logrando arrancarme de la pesadilla.
Como todas las noches, abro los ojos en medio de la oscuridad, con el corazón latiendo como loco y el cuerpo pesado.
Sé que hay alguien más aquí.
La sombra en la esquina me vigila, no tengo ni la menor idea de que es pero puedo sentir su mirada sobre mí.
La cosa causante de mis pesadillas.
Se esfuma una y otra vez, no permite que logre verla más de diez segundos.
A su paso queda una estela de humo con olor a desesperación, se mueve cambiando siempre su forma.
Un gato, un ratón o una mano que extiende sus garras para atraparme.
Cierro los ojos cuando sus uñas están por tocarme, pero al último momento se vuelve a ir transformándose en otra cosa.
Vigila todas las noches divirtiéndose conmigo, manipulando mis sueños y robándose mi cordura.
Sabe cuando intento hablar de su presencia, me obliga a callar metiendo su oscuridad en mis entrañas, estrujando mi interior viscoso.
El día de hoy creo que he burlado su presencia.
Escribo esta nota con las manos temblando, haciendo un poco la letra ilegible.
Estoy al borde de la locura, ayúdame, por favor, ahora sabes de su presencia y puedes deterlo.¡AY DIOS, SE HA DADO CUENTA!
¡AYÚDAME!, POR FAVOR AYÚ...
ESTÁS LEYENDO
Un paseo por lo macabro
RandomPequeños relatos hechos para devorarte... Quiero decir atraparte