Sigamos las pisadas a través del camino de globos con forma de animal.
Zapatos de gran tamaño que llegan a lo ridículo caminan frente a nosotros.
El sonido Chillón lo delata.
Entremos en ese carrito pequeño, aunque parezca imposible, has sonar su nariz y pongámonos en marcha.
No hay lógica, ¿Cierto?
Un payaso nos ha secuestrado.
Saca tú cámara y captura esta imagen.
Un hombre vestido de payaso, sentado en un sofá con una enorme sonrisa.
Cuando nuestros cuerpos sin vida, mutilados y golpeados sean encontrados en la basura, la fotografía del sospechoso escondida en la bolsa de uno de nuestros pantalones será la única pista que encontrarán.
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Un paseo por lo macabro
CasualePequeños relatos hechos para devorarte... Quiero decir atraparte