Pierdo la batalla con rapidez.
No quiero darle el paso a la criatura con sed de sangre que se encuentra en mi interior.
He intentado de todo.
Pero el impulso me ordena y antes de que me dé cuenta ya lo he hecho.
La bestia se retira saciada por el momento,
pero en casa inician a sospechar, tal vez lo vean en mi mirada, o en mis manos llenas de heridas.El monstruo va ganando fuerza y habilidad, cada muerte es más perfecta que la anterior.
Hay que detenerlo.
¡Ayúdenme a hacerlo! Por favor...
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Un paseo por lo macabro
RandomPequeños relatos hechos para devorarte... Quiero decir atraparte