Llegan por montón, los cuervos rondan alrededor de la plaza y las madres se apresuran a esconder a sus hijos.
Rápido, bajo la cama.
Rápido, dentro del ropero.
Rápido, en el sótano.
Ninguno debe estar a la vista.Las damas de la capucha negra inician a bailar, forman un círculo de luces y el suelo se estremece con sus cánticos.
En su noche de diversión; matan borrachos y secuestran niños.
Brujas, herejes, pecadoras.
Pero en realidad sólo eran mujeres.
Ahora consumidas por la furia, se transforman en espíritus vengativos,
se mueven junto a los cuervos y buscan hacer pagar a aquellos que las sentenciaron.La luna llora sus hijas perdidas, por eso les ha permitido buscar justicia por sus propias manos.
Espíritus puros, condenados por la palabra de alguien más.Bailan alrededor de una hoguera toda la noche, atan y arrojan hombres al agua,
lanzan piedras a todos aquellos que hicieron lo mismo con ellas.Al salir, el sol se retiran a descansar,
un día más, castigando a los vivos,
un día más, buscando consuelo de las almas, un día más, llorando por la injusticia que vivieron.
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Un paseo por lo macabro
RandomPequeños relatos hechos para devorarte... Quiero decir atraparte