Un paseo por lo macabro

Mamá

Mi bebé es la criatura más hermosa de esta vida, es obvio que no es perfecto, tuvimos unos cuantos percances cuando iniciamos nuestra relación madre e hijo.

No me considero exigente, todos saben que odio la suciedad y mi pequeño es una máquina de hacerla, aún así no he tenido que darle muchos castigos... la única vez se presentó cuando lanzó la comida al piso.

Sucedió justo cuando acababa de limpiarlo, la furia se apoderó de mí tanto qué, levanté el pedazo de brócoli y se lo metí en la garganta hasta que se lo tragó y dejó de llorar.

A partir de ahí todo es paz y tranquilidad, considerarán que obré mal pero, he de decir que su edad no es pretexto para la desobediencia.

Desde ese día mi esposo se niega a compartir nuestra cama con el bebé, no le importan mis lágrimas así que, terminé durmiendo en su cuarto junto a la cuna sin embargo hay algo que me disgusta. Me despierto todas las noches a buscar la causa del mal olor ya que cada vez se hace más fuerte y parece impregnarse más en el ambiente, tal vez hay una rata muerta por ahí.

Mis amigas no me dejan juntarlo con sus hijos, dejaron de invitarme a más reuniones de madres y últimamente secretean cuando me ven pasar con mi hijo.

Su reacción me parece demasiado dramática, yo debería estar ofendida, sus hijos se portaron muy mal con mi bebé y yo solo los golpeé un poco, alguien debería educarlos y poner el ejemplo porque ellas están siendo demasiado blandas.

De todos modos no las necesito, sus sucios hijos podrían contagiarle algún virus a mi bebé

Cierto día , abrió la boca y vomitó ensuciando su ropa, sostuve su cabello con mi mano y lo jale hasta que me quedé con los mechones en mis manos ...no puedo decir que me arrepiento. Ni siquiera hubo llanto y eso me alegra, sabe muy bien que no debe de hacer ningún ruido.

Pero mi bebé también es muy travieso, ni siquiera tengo idea del momento en el que se escabulle a juntar gusanos, tengo que quitarle esos sucios bichos de sus manos con frecuencia. Sé que tiene curiosidad por todo, pero aún no sabe que le puede hacer daño y yo estoy aquí para protegerlo.

Hace tiempo casi me mata de un susto, pues sus respiraciones eran casi invisibles. Ya en estos días ha mejorado y estoy segura que puedo ver su estómago moverse.

Mi bebé también es muy callado y ni siquiera llora en las noches. Está engordando cada vez más, me da un poco de miedo que sea un obeso más adelante.

Me he dado cuenta que el agua con la que lo baño apesta, tal vez sea un problema con las tuberías.

Él es diferente a los demás bebés, es pálido y frío pero no es un inconveniente, su padre no puede evitar llora cada vez que lo ve y quiere arrancármelo a la fuerza.

Estoy segura que esta bien, sus síntomas son pasajeros, cuando abra los ojos lo llevaré a dar una vuelta al parque.

Mi esposo me ha comentado al borde de la histeria si quiero ir al médico. ¿Para qué lo necesito yo? Estoy sana y puedo asegurar que mi hijo también aunque, con frecuencia sigo retirando líquido verde de sus pañales ... ¿será una buena idea ir?

Nunca me separaré de mi bebé, lo amo con locura y no consigo entender por qué quieren meterlo dentro de una caja de madera.