Una canción de Amor

Capítulo 49 | "Día de trabajo"

Llamó a Sara sabía que ella ya estaría en la empresa.

Silvia- Sara, ¡buen día!

Sara- Buen Día señora.

Silvia- ¿Cómo estas?

Sara- bien... Señora en una hora tiene una reunión con los accionistas. Tiene varios papeles por firmar, tiene la presentación del proyecto nuevo y una reunión con su abogado.

Silvia se llevo la mano a la cabeza ya que había olvidado que tenía una reunión, se le junto todo el trabajo, y pensar que Sara no tuvo vacaciones pronto la dejaría descansar.

Silvia- gracias Sara... En unos minutos estoy allí.

Sara- esta bien... Voy a tener todo listo.

Silvia- estupendo nos vemos.

Cortó la llamada, se vistió con un vestido negro y blanco sólo un poco arriba de las rodillas, eligió zapatos negros y dejó su pelo suelto. Se maquillo y preparó todo en su bolsa. Llamó a Noelia y le dijo que cuidara a las niñas hasta que ella termine de trabajar, ella acepto.

No tuvo tiempo de desayunar, vistió a Camille y las tres subieron a el auto de ella. Las niñas estaban medio dormidas.

Regina- Silv ¿a donde vas así tan hermosa?

Silvia- gracias ¿me veo bien?... Voy a trabajar, tengo mucho trabajo hoy pero al salir paso por ustedes, hay les deje ropa, voy por ustedes y vamos a cenar, pasear o lo que quieran.

Camille- ¡sii!

Regina- que bien, me encanta la idea.

Silvia- se portan bien ¿ok?... Yo llamó a Noelia así me esperan listas.

- sii

Respondieron al unísono, Silvia vio por el espejo retrovisor que ambas cerraron los ojos, y se lamentaba tener que levantarlas.

Llegó a casa de Noelia y las dejó allí, luego volvió a su auto y partió rumbo a la empresa.

Llegó y vio que todos las mirararon ella se puso unas gafas oscuras, cuando miro a cada uno de su empleados ellos sólo bajaron la mirada y siguieron con lo suyo. Fue directo hacia su Secretaria.

Silvia- ¡buen día Sara!

Sara- ¡Buen día señora! ... En su escritorio deje los papeles por firmar, aah y me imagine que no desayuno así que le deje también un desayuno.

Silvia sonrió y se quitó las gafas, hace meses que trabajaba allí y se alegraba de tener personas tan eficientes como Sara.

Silvia- gracias hermosa.

Sara- de nada. Usted fue y es muy buena conmigo y sólo le devuelvo su amabilidad.

Silvia- Eres tan linda.

De pronto escuchó algunos gritos a lo lejos que provenían de la puerta de la empresa, allí se encontraban los de seguridad y algunos empleados. Fue hasta allí rápidamente encontrando a los de seguridad sacando a empujones a su padre ante la mirada de todos. Recordó que su padre sabía la dirección, por lo tanto ella ya sabía que iría.

Le molestó que traten de manera violenta a su a su padre entonces totalmente enojada gritó.

Silvia- ¡Dejen a ese hombre!

Seguridad- señora no tiene cita.

Silvia- dije Que lo dejen... ¿Acaso  no me escuchan?

Realmente esta enojada, miró a Guido y estiró la mano para que vaya con ella. Giró y vio alrededor que sus empleados miraban atentamente y susurraban cosas.