Una canción de Amor

Capítulo 52 | "amor y celos"

Silvia lo detuvo y se sentó apartandolo.

Silvia- puede entrar alguien... No podemos.

Carlos se levantó y cerró con llave la puerta. La tomó del rostro con ambas manos y la besó. Silvia se acercó a su escritorio y marcó a la secretaria.

Silvia- Sara... ¿Hay pendientes?

Sara- por ahora no, sólo el señor que esta con usted.

Silvia- perfecto, que nadie nos moleste.

Sara- claro... Yo me encargo de eso.

Silvia- gracias.

Colgó la llamada y se quedó parada cerca del escritorio.

Silvia- Carlos... ¿Cómo estas?

Carlos- muy bien... ¿Por que me preguntas?

Silvia- Estefanía vino aquí ¿sabes?

Dijo limpiandose el labial que se le corrió al besarse con él.

Carlos- ¿y que te dijo?

Silvia- quiere que lo deje de ver a Jorge y me vaya lejos... Y... Me dijo que disfrute al estar contigo... Nos quiere separar. Yo no entiendo nada, ¿Tu la conoces?

Carlos- lo de Jorge lo entiendo... Pero yo no la conozco, no la vi nunca.

En ese momento ella bajo la mirada, después lo miró y sus ojos estaban cristalinos. Él le estaba mintiendo, ella misma lo vio con Estefanía, en el fondo sentía que todo tenía una explicación, o al menos quería creer eso.

Narra Silvia:

Sentía que las lágrimas saldrían en cualquier momento, me pregunto ¿por que me miente?. O ¿sabrá todo y no me lo quiere decir?.

Me saco de mis pensamientos cuando posó sus manos en mi cintura pegándome a su cuerpo, me miró a los ojos y me dijo.

Carlos- vengo a decirte que hoy tenemos que ir a casa de mis padres, voy a presentarte con ellos.

Sentí una mezcla de nervios y emoción. El que me presente con su familia quería decir que quería tener algo serio conmigo, de pronto se me olvido todo y se me pasaron varias cosas. Como debía vestirme, que tendría que decirles, si no me gustaba la comida, miles de preguntas pasaron por mi cabeza.

Carlos- esta invitada Camille también, les hable de ti.

Me miró, se dio cuenta que estaba nerviosa que mi cuerpo se empezó a tensar y sólo me dio un corto beso.

Carlos- tranquila todo saldrá muy bien.

Al fin pude hablar, aunque las palabras no salían del todo fluidas.

Silvia- ¿estas seguro?... ¿Si les caigo mal?

Carlos- nada de eso... No pienses cosas que no pasaron.

Sólo asenti, él tenía razón no tenía que pensar algo que no pasó... Aún. Me estremeci cuando sentí sus labios succionando levemente mi cuello, el sabía que eso me encantaba. Beso mi cuello, subió lentamente al lóbulo de mi oreja para continuar hasta llegar a mis labios y quedarse un buen tiempo allí. Caminamos sin Dejar de basarnos hasta el sillón y yo quede arriba de él, puse mis piernas al costado de su cuerpo, él empezó a acariciar mi pierna levantando mi vestido lentamente hasta llegar al borde de mi ropa interior, dejó su mano allí.

Se levantó apenas para que yo quede abajo de él, atrapó mi cuello con su boca mientras buscaba como bajar el cierre de mi vestido, al fin lo hizo y al dejar caer el vestido me observó y como se que lo provoca mucho me mordi el labio sensualmente.