Capítulo 91 | "paz... Risas y ternura"

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Un Día después del accidente.

La enfermera sin escucharme salió y regreso con un doctor. Por más gritos que daba Jorge y Camille no despertaban.

Doctor- Señora Navarro que bueno que despertó... Cómo se siente.

Silvia- necesito saber todo... Que pasó con Jorge y Camille, ¿ellos despertaran?... ¿Y mi bebé?

Dije rápidamente, al final mi voz se quebró y volví a llorar; a desesperarme. El doctor se acercó y quiso calmarme.

Silvia- si no me dice no me voy a calmar.

El doctor dudó si decirme pero decidió responderme.

Doctor- estas 48 horas son decisivas para ambos, sólo resta esperar.

Mis lágrimas salían sin parar, mire a mis costados para ver si despertaban pero no fue así.

Doctor- su bebé...

Silvia- que... Mi bebé ¿que?

Doctor- lo siento, el golpe fue fuerte y no lo soporto... De verdad lo siento.

Mi primer bebé, el fruto del amor, de la felicidad... El o ella no vería mi rostro y yo tampoco el suyo, no veré su sonrisa, sus primeros dientes, no lo escucharé llamarme "mamá", no lo veré crecer.

'Yo quería conocerte mi amor, perdón por no saber cuidarte, yo tenía que protegerte y no lo logré... Perdón mi bebé... No tuve la oportunidad de verte crecer en mi vientre y eso me duele mucho, en mi corazón siempre tendrás un lugar... Perdón'

Dije eso, internamente, sabía que lo escucharía desde donde este.

Silvia- mi bebé... Díganme que no es cierto... Mi bebé... No puede ser verdad eso.

Tuve un ataque de nervios, deseaba que eso sea mentira aunque en el fondo sabía que me estaba mintiendo a mi misma. El médico intervino y colocó en mi suero un calmante.

☝🎼❤

Actualmente.

Giré para ver al dueño de esa voz, la conocía perfectamente, sólo que quería confirmar que no fue una alucinación.

Silvia- ¿que haces aquí?

Él está informal, tiene unos jeans azul, una camisa con estampas pequeñas, zapatos negros, y Un perfume delicioso. En su mano trae un canasto, siento curiosidad.

Carlos- gracias por ser tan amable.

Tenía razón, fui muy maleducada, pero en mi defensa, todos se la pasaban mintiendome.

Silvia- Disculpa... Hola Carlos... ¿Cómo estas?

Dije levantándome, con dificultad ya que sentía que mis huesos pesaban más de lo normal. Él se acercó y beso mi mejilla.

Silvia- Hola Silv... Muy bien... ¿Tu?

Silvia- mejorando de apoco.

Carlos- me alegra saber eso... ¿Puede dejarnos solos?

Se dirigió a la enfermera que aún estaba allí, ya estaba acostumbrada así que no me importaba si estaba allí o no.

Enfermera- no, no puedo.

Carlos- si se pone loquita le aviso inmediatamente.

Dijo burlándose de mi, lo fulmine con la mirada y le di un suave golpe en el hombro. Era la primera vez en tanto tiempo que logre sonreír. Me gustó que en su mirada y su actitud no había lastima. La enfermera se fue dejándonos solos.

Una canción de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora