Capítulo 58 | "recuperación, distancia y enojo"

17 3 4
                                    


Narra Silvia:

Me dijo que me ama, yo también lo amo a él, lo amo con todas mis fuerzas. Pero en este momento no se que hacer, lentamente abrí los ojos, él me sonrió, sus ojos se llenaron de lágrimas, estaba tan hermoso como siempre, aunque algo desprolijo.

Carlos- amor... Abriste los ojos amor... Te amo. Te amo.

Dijo, se acercó y beso mis labios. Me tomó por sorpresa, no quería que me bese porque no puedo resistirme, lo extrañe mucho. No podía negarme, mis sentimientos por él eran los mismos o incluso más. Mis labios se movieron lentamente, respondí a su beso. Se separó muy poco quedando frente a frente.

Carlos- ¿cómo te sientes?... Voy a llamar al doctor.

Se levantó y antes de que abriera la puerta. Giró a verme. Lo detuve diciendo.

Silvia- no, él ya me hizo pruebas.

Carlos- ¿por que nadie me aviso que despertaste?

Silvia- no lo se.

Volvió a acercarse a mi, me incomodaba un poco. No tenia ganas de hablar, sólo quería que se quedará conmigo. Que nada arruinara ese momento. Necesitaba que este conmigo y me abrace, que nuestro amor sea más fuerte que todo.

Carlos- ¿estas bien amor?... No sabes lo que extrañaba escuchar tu voz, ver el color de tus ojos. Te amo.

Me dijo una vez más. No respondí, sólo sonreí. El continuó contándome que me visitaba y me contaba como había sido su día, que me extrañaba, que me amaba. Me miró esperando a que dijera algo, yo no dije nada, así el continuó contándome como estaban sus padres.

Carlos- amor... ¿Segura que estas bien?

Silvia- Si... Sólo que.

Ahora mismo no tenía fuerzas ni de hablar, mis párpados pesaban y las palabras no salían del todo bien de mi boca.

Silvia- estoy cansada... Sólo quiero que me abraces.

Dije mientras mis ojos se cerraron, volví a abrirlos cuando sentí que él se acomodaba a mi lado mientras me abrazaba, me recoste en su pecho sintiendo los latidos de su corazón, él me beso en la frente. Levanté la vista hasta mirarlo a los ojos, se acercó y me beso nuevamente mientras yo respondí su beso hasta quedarme dormida.

Escuche que alguien entraba, abrí los ojos, era una mujer, sonrió al ver que desperté.

Silvia- Hola... ¿Quien es usted?

X- Hola señora Silvia Navarro, yo me llamo Carolina y voy a ayudarla en su recuperación. Vamos a hacer algunos ejercicios para que pueda volver a Caminar sin problema.

Silvia- Aaah esta bien... ¿Me puede decir que hora es?

Carolina- las 16 pm.

Silvia- dormí mucho.

Carolina- los medicamentos son fuertes, y eso son sus efectos... Pero vamos a empezar... ¿Esta lista?

Silvia- Si claro... Quiero recuperarme lo antes posible.

Mientras ella me hacía masajes en todo mi cuerpo, mi mente estaba en otro lado. Soñé que estaba con Carlos o en realidad pasó. Creo que si pasó, sentí sus labios, escuché los latidos de su corazón.

Carolina- ¿esto le duele?... ¿Lo que estoy haciendo le duele?

Me preguntó, me sacó de mis pensamientos. Volví a lo que estaba pasando ahora, Carolina estaba ejercitando mis piernas. Sentía dolor, me queje y ella dejó de hacerlo por un momento.

Carolina- ¿duele mucho?

Silvia- algo.

Carolina- pasa que por mucho tiempo no podías moverte.

Siguió haciendo eso, trataba de no demostrar dolor pero no pude. Ella dejó mis piernas para continuar con mis brazos, estos no dolían mucho. Ya estaba muy cansada de eso, sentía como si habría corrido kilómetros.

Carolina- la verdad, no es la primera vez que te veo, cada vez vas mejor.

Silvia- ¿usted me conoce?

Carolina- venía todos los días a hacer estos ejercicios... Y funcionaron, dentro de algunas semanas podrás caminar.

Silvia- ¿en serio?

Carolina- Si, sólo hay que tener paciencia y trabajar duro.

Silvia- genial.

Carolina- bueno nos vemos pronto... Piedes moverte, trata de hacer estos ejercicios ¿si?

Silvia- Si claro.

Carolina se fue, trate de mover mis brazos, mis piernas pero logre hacerlo muy poco, estaba cansada. Una enfermera entró, vio si todo estaba bien y se fue. Estaba aburrida.

Pasabas los días, exactamente 3 semanas donde continuaba en el hospital, mi familia me visitaban muy seguido, amaba que Íker y Camille vinieran a jugar conmigo, me alegraba mucho, cuando estaba sola pensaba en mi hija, en Carlos, incluso en Estefanía, me pregunto porque Jorge no viene. Regina volvió a su ciudad, no pude despedirme de ella. Trataba de recordar algo del accidente, recordé que Carlos estaba hablando con su hermana, salí de allí rápidamente, fui muy irresponsable al ir a toda velocidad, pero eso ya paso, estoy aquí viva, gracias a Dios. Carlos venía sólo en la noche, por alguna razón no viene cuando esta mi familia, prácticamente evitaba hablar de lo que pasó, aún no se enteró que los escuché. No hablaba mucho con él pero estoy segura que nota que estoy distante.

Le pedi a una enfermera que me prestará su teléfono, logre que me lo prestará, marque el número de Jorge, necesitaba verlo.

Silvia- ¡Hola Jor!

Jorge- Hola, eres...

Parecía sorprendido, empezó a titubear, luego escuche que se ponía feliz. Nadie le aviso que ya estoy mejor.

Silvia- soy Silvia... ¿Jor como estas?

Jorge- ahora Feliz, no sabía nada de ti, lo último que supe era que tuviste un accidente.

Silvia- Si fue terrible... Pero desperté hace tres semanas. Sigo en el hospital... ¿Que hay de ti?... ¿Por que no te vi hasta el día de hoy?

Jorge- Uuy pasaron varias cosas.

Silvia- ¿puedes venir?... Tenemos toda la noche, todo el día.

Jorge- voy a intentar ir... Espérame.

Silvia- no voy a moverme de aquí... Aunque en realidad no puedo.

Jorge- me alegra tanto que estés bien... Yo estoy feliz.

Silvia- gracias Jor... Nos vemos.

Corte la llamada y le entregue el teléfono a la enfermera, quien se fue y me dejó sola. Cuando hablé con Camille me dijo que Noelia estaba muy pendiente de ella y que no la dejaba sola, lo cual agradecí.

La verdad es que ya no aguantó estar aquí, quiero ir a mi casa, estar en mi cama, con mi hija. Cerré los ojos cuando alguien entró, escuché que decía algo.

Jorge- Hola hermosa... Ya estoy aquí.

Abrí los ojos y le sonreí, él se sentó en la cama, estábamos tomados de las manos. Vi su mirada, tenía un brillo y su sonrisa era radiante.

Silvia- Hola lindo... Que alegría me da verte.

Le dije, sin darme cuenta que Carlos estaba parado en la puerta, él me miró con un gesto de enojo y se fue. Jorge me soltó, al escuchar un portazo, me miró y lo vi dirigirse a la puerta en busca de Carlos.

Silvia- no, Ven... Déjalo que se vaya.

Jorge- pero... Se enojo por lo que vio.

Silvia- no fue nada grave... Sólo estábamos saludandonos... Ahora lo que más me importa es hablar contigo.

Jorge- ¿estas segura?

Silvia- Si... Siéntate y cuéntame que pasó...

Continuará...

Una canción de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora