Capítulo 115 | "volver a verte"

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*Argentina, Buenos Aires*

Silvia.

Amaneció, un día más en Argentina esta cuidad tan linda. Si lo pensará mejor, viviría aquí pero mi vida y mi gente esta en México, jamás me mudaría de allí. Ningún lugar es más hermoso que mi casa, mi mundo. Hoy saldré sola, mi hijo y mi padre salieron y que mejor que dejarlos con la protección de los custodias. La verdad, me dejaron dormida mientras sólo me dejaron una nota avisandome que pasarían el día conociendo lugares.

Silvia- me dejaron... Que bonito.

Dije irónicamente, me levanté y me di una ducha lenta, luego salí y me encontré con un desayuno. Desayuno mientras observo mi teléfono. Uno de los tantos mensajes Dice.

Mensaje de texto:

De Carlos: "¿Dónde estas? ¿Por qué nadie quiere decirme donde te fuiste?... Estas huyendo de mi,  ¿no es cierto?"

Había millones de mensajes de él, llevamos tres días aquí y ya tenía reclamos. Él no podía reclamar nada, no habló cuando tenía que hablar, respondí para que ya no me moleste.

De Silvia para Carlos:

"Hola, merecía un viaje con mi hijo y mi padre... Es un sueño que tenía desde hace años, y no estoy huyendo de ti, no eres lo único que me importa, ante que todos esta la felicidad de mi hijo... Te mando un beso y esperó que dejes de mandarme mensajes y llamarme. Cuando vuelva nos vemos y hablamos si así lo deseas. Adiós."

Antes de dejar mi teléfono marque a Sara para decirle que me llame si hay alguna urgencia. Llamé a mis amigas y le explique todo el viaje. Una vez más les dije que no dijeran nada de donde estoy. Dejé el teléfono y busqué ropa ya que tenía sólo una bata de baño. Elegí un jeans y un suéter color celeste.

Decidí salir a pasear ya me hacia falta salir sola, aquí nadie me conoce y eso es lo mejor.

Camine por la cuidad, fui a parar a un lugar donde venden todo tipo de cosas, ropa, adornos para la casa, dulces, hasta comida. Había muchas personas y todos muy amables. Caminé,  No pude evitar comprar una muñeca hecha con tela, tenía la ropa típica de Argentina. Mi estómago rugio de hambre, me detuve en un lugar y una muy amable señora me atendió

- Hola señora mi nombre es Lorena, ¿que va a comer?

Silvia- Hola mucho gusto... ¿Usted que me recomienda?

Lorena- no es de aquí.

Silvia- no, yo soy de México.

Lorena- aah que bien... Bueno le recomiendo unas empanadas.

Silvia- perfecto... Con picante porque me gusta mucho.

Lorena- le voy a traer unas empanadas deliciosas.

Silvia- gracias.

De pronto una niña entró corriendo. Tiene cabello castaño oscuro y tendría unos 14 o 15 años. Supongo que es su hija o nieta. La señora le dijo algo y ella me miro. Sus ojos se abrieron por el asombro y no supe porque. Ella se acercó y me dijo.

- Hola señora... ¿Desea algo de beber?

Silvia- una Coca-Cola.

- ahora se lo traigo.

Ella fue y rápidamente me lo dio. Alrededor había muchas personas pero ella se centraba en mi.

Silvia- disculpa... ¿Te puedo preguntar algo?

- si... Claro.

Silvia- ¿por que me miras así?... Es como si me quisieras decir algo... ¿Me conoces?

Una canción de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora