Capítulo 54 | "Recuerdos"

19 4 6
                                    


Camille miró a Silvia volvió a llorar no podía controlarlo.

Narra Silvia:

Estoy sentada con Camille en mis piernas, ella me mira y no puede dejar de llorar, no se que hacer o decir.

Todavía recuerdo la primera vez que la vi, estaba llorando y tenía esa misma mirada. Hasta el día de hoy lamento mucho haberla dejado sola, transitó sola la muerte de su madre. Pensé que sería difícil verla como una hija, pero aquí estoy. Siento una presión en el pecho, un nudo en la garganta, no me gusta verla así, ella es mi bebé, mi mundo, mi gran amor.

Sólo la abrace empezando a llorar, tendría que ser fuerte para ella pero su llanto me duele en el alma. Me separe un poco.

Silvia- mi amor... Te amo mucho.

Mi voz tembló. Ella me miró y bajo la mirada. Después de un silencio hablo.

Camille- es igual a la casa donde vivía con mamá y papá... Sólo que son colores diferentes, pero todo es igual, siempre jugabamos en el jardín hasta cansarnos.

Volvió a llorar, y sin evitarlo lágrimas rodaron mis mejillas. La mire y ella bajo la mirada.

Silvia- mírame mi amor... Ellos te aman y te cuidan desde el cielo, les encanta ver que no estas sola... Yo lamento si no soy una buena madre...

Camille me interrumpió y me miró a los ojos.

Camille- eres una muy buena madre, la mejor que la vida me dio después de mamá.

Sonreí y le di un beso en la frente que hizo que ella sonriera también.

Silvia- ¿quieres que vayamos a casa?... Nos disculpamos y vamos.

Camille- no, pero hoy quiero dormir contigo... ¿Puedo?

Silvia- claro que si mi amor... Te amo mi cielo, eres lo mejor que me paso en la vida.

Camille- te amo mami... Eres la persona que más amo, siempre juntas mami.

Silvia- siempre juntas mi amor.

Le limpie las lágrimas, ella a mi. Ese gesto me pareció el más hermoso que había recibido. Cada vez que limpiaba mis lágrimas me daba un beso.

Silvia- ay mi hija linda... Te amo.

Camille- y yo te amo a ti.

Narró yo:

A lo lejos las observaba Mónica quien recordaba algunas escenas de su vida, hubiera querido tener una relación así con sus hijos, los amaba pero a medida que crecieron se fueron alejando bastante. Sonrió al verlas y fue interrumpida por su empleada doméstica quien le avisaba que la cena estaba servida.

Fue a donde ellas estaban y les aviso, las tres fueron a sentarse, allí estaba Carlos con su padre.

Carlos vio los ojos de Camille y de Silvia que estaban rojos, ella estaba a su lado así que él se acercó a su oído y dijo.

Carlos- ¿estas bien?

Silvia- Si no te preocupes amor.

Empezaron a comer, Gastón le preguntaba cosas a Silvia del trabajo, Mónica le preguntaba si pensaba tener más hijos. Justo en esa pregunta Camille la miro atentamente.

Silvia- supongo que si... Pero por ahora no.

Siguieron la cena, siguieron conociéndose más. Silvia miro cada detalle, había fotos que no alcanzaba a ver pero parecía que estaba la familia completa.

Al terminar ella se disculpó ya que se tenía que ir a dormir, estaba cansada y al día siguiente tendría que trabajar. Al ir hacia la puerta vio una foto quiso acercarse más pero decidió salir.

Carlos insistió en llevarlas así que se subieron al auto de él y las llevo a casa de Silvia.

Al llegar Camille fue a ponerse el pijama mientras Silvia se despedía de Carlos.

Carlos- ¿no quieres que me quede?

Silvia- no, le prometí a mi hija que dormiriamos juntas... Hoy esta muy sensible.

Carlos- esta bien... Nos vemos mañana amor.

Se acercó a ella y la besó, la tomó de la cintura pegandola más a su cuerpo, ella rodeo su cuello con los brazos y siguió aquel beso.

Lo acompaño a la puerta y él se fue. Al entrar a la habitación se encontró con Camille ya acostada en su cama.

Silvia- ¿ya te cepillarse los dientes?

Camille- Si mami.

Silvia fue al baño, se quitó la ropa para poder ponerse algo más cómodo, se quitó el maquillaje y se puso cremas.

Luego se recostó al lado de su hija quien la abrazó y le dijo que le cante algo.

Decidió cantarle "Anhelo amarte" su canción favorita. Algunos minutos después Sintió que la niña ya estaba profundamente dormida y enseguida Ella también se durmió.

Los días pasaron ya era fin de año, ese día pasaban todos juntos en casa de Noelia, que apesar de que Ana no quería iría de todos modos.  Camille y Silvia dormían juntas ya que la niña estaba muy sensible por lo que extrañaba a sus padres.

Silvia un día llegó del trabajo temprano y la llevo a el cementerio para que le dejará flores a su mamá y papá.

Carlos y ella no tenían intimidad desde aquella vez en la oficina. Se veían muy poco pero se amaban más que nunca.

Guido ya estaba terminando el regalo para su nieta, Rosario de apoco iba aceptando que su hija ya era una madre.

Silvia estaba peinando a Camille, en la habitación de Noelia. Cuando llega Ana.

Silvia- Ana ¿cómo estas?

Ana- algo extraña en esta casa.

Silvia- espero que de a poco te vayas sintiendo comoda.

Ana- no se eh... Tu amiga no me cae bien.

Silvia- hoy no Ana... No vamos a discutir ¿si?

Camille se dio vuelta para mirar a su madre y ya peinada se levantó. Estaba con un vestido azul.

Camille- mami voy con la tía y con Íker ¿puedo?

Silvia- claro que si mi amor... Primero un beso.

Camille se acercó y le dio un beso a su madre para luego ir corriendo con Noelia.

Ana la observaba a Silvia quien se estaba poniendo un vestido color azul, con zapatos negros y tenía el pelo con rulos.

Se estaba mirando al espejo, y miraba a Ana, donde quedaba su amistad, no había podido confiar en ella desde que lo que pasó con Camille, ella la quería pero nada era igual o al menos eso pensaba ella.

Continuará...

Una canción de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora