Una canción de Amor

Capítulo 114 | "Novios"

*Argentina, BS. A.S*

*6 años antes*

Renata.

Desperté al sentir que alguien acariciaba mi rostro, luego mi cabello, abrí los ojos lentamente y me encontré con dos hermosos ojos azules. Ella dejó de acariciarme y se acomodo con dificultad.

Renata- Buen día Bonita.

Camille- Buen dia... Eres hermosa.

Renata- Gracias, vos también lo sos.

Camille- ahora no... Mírame estoy con moretones en todo el cuerpo. Y mi cabello esta feo.

Renata- no te preocupes por eso, yo te ayudaré a que todo sane, y respecto al cabello te regalaré un shampoo muy bueno.

Camille- gracias... ¿Qué haces aqui?

Renata- tu papá me invito ya que no quería que esté sola en casa.

Dije bajando la mirada, ella tomó mi mano que estaba sobre mi vientre.

Camille- también estas triste.

Renata- mis padres fallecieron ayer y la verdad no se que hacer.

Lloré, y ella besó mi mano. Luego me dijo dulcemente.

Camille- llora lo que necesites, aquí te vamos a cuidar y querer... No estas sola.

Renata- gracias.

No podía creer la fortaleza de la niña. Aún estando destruida me regalaba una sonrisa.

Me miró de pies a cabeza y empezó a reír.

Camille- te queda enorme.

Renata- si... Pero es cómodo.

Entró Jorge acompañado de un hombre, traían el desayuno y ambos se sorprendieron a ver a la niña despierta y sonriente.

Camille- papiii.

Jorge- princesa... Que alegría que estas despierta.

Camille- Holaaa Ezequiel.

Ezequiel- Hola niña... ¿Cómo te sientes?

Camille- mejor aunque sigo con dolores y olores. Creo que aún no sale de mi nariz esos olores.

Renata- pronto todo estará mejor.

Jorge- Así es.

Desayunamos en la cama, eso lo hacíamos con mis padres sólo en mi cumpleaños, sonreí y Camille acarició mi brazo en señal se contención.

Ezequiel- ¿en que trabajas?

Renata- soy abogada... Por suerte me va muy bien.

Jorge- hay que ver como hacemos para que no nos encuentren.

Ezequiel- cambiar nuestros nombres fue buena idea.

Camille- ¿cuales nombres?

Ezequiel- yo soy José.

Jorge- yo soy Pablo.

Camille- ¿y yo?

La naturalidad con que ella tomaba la situación me sorprende, continuaba con su cereal mientras pensaba.

Camille- ¿Tu que nombre sugieres?

Renata- Angélica... Así es el nombre de mi madre.

Camille- mi nombre es Angélica... Pero díganme Ange.

Rió al igual que nosotros. Se acomodó con dificultad. Ezequiel, debería llamarlo José, José se despidió para ir a trabajar. Jorge salió detrás de él. Alguien golpeó la puerta y yo continúe con La niña.