Sin abrir los ojos busqué a Jorge con mi mano pero a mi lado no había nadie, abrí los ojos rápidamente y en voz alta dije.
Silvia- AMOR... Jor.
Pero él no respondió, su ropa no estaba allí entonces empecé a preocuparme.
<<No. Jamás se iría sin despedirse de mi>>
Me kevanté, aún estaba desnuda, me puse una camisa de él y fui a buscarlo, al salir encontré su ropa en el piso. Al llegar al baño lo vi, entré sin hacer ruido, lo vi sentado mientras el agua caía sobre su cuerpo, estaba triste.
Silvia- AMOR... ¿Si te duele por que lo haces?... Yo quiero que te quedes, ¿ves esto?
Él levantó su mirada para ver lo que le estaba mostrando, era la pulsera que me regalo cuando volvimos a ser novios.
Silvia- este es un símbolo de nuestro amor, tu tienes mi nombre y yo el tuyo. No me lo quitaré, si en algún momento me lo quitó será porque te deje ir... Pero míralo bien porque jamás me lo quitaré, será contra mi voluntad si no la ves.
Él sonrió, más esa sonrisa no fue completa, me acerque a él sin importar mojarme, tome su rostro con mis manos y mirándolo a los ojos le dije.
Silvia- Perdón.
Jorge- ambos tenemos culpas.
Silvia- pero nos amamos... El amor debe ser más fuerte.
Jorge- ya lo dijiste antes... Seguirás siendo mi novia, mi prometida.
Silvia- exactamente... Te duele igual o más que a mi.
Sin poder ocultarlo más Jorge empezó a llorar, es egoísta de mi parte decirle que se quede ya que ese es su sueño. Pero su llanto hizo que mi corazón se partiera en mil pedacitos.
Jorge- No quiero dejarte sola... No podré protegerte de lejos.
Silvia- no te preocupes que si ocurre algo te llamo o llamo a Lizardo.
Dije para hacerlo sentir mejor, aunque era algo difícil, él me miró y volvió a llorar, sus ojos estaban rojos y esas lágrimas se mezclaban con el agua que cae sobre ambos.
Jorge- Quisiera no irme... Quisiera estar enojado pero aun así verte aunque sea de lejos.
Silvia- yo también deseo lo mismo. Quizás ahora estaríamos distanciados pero cerca... Sin embargo, te vas en unas horas.
Mis lágrimas me traicionaron, lo abracé y él a mi. Este dolor jamás lo había sentido, quisiera que las cosas sean diferentes pero por alguna razón sucedía.
Jorge- AMOR... Te amo con todo mi corazón, se que hice cosas malas pero te amo y lamento mucho todo lo que esta pasando.
Esta vez la que lloraba desconsoladamente soy yo, él besó mis mejillas, mi nariz, mi frente y finalmente mis labios.
Terminamos dándonos un baño juntos en silencio. Al salir nos vestimos, iríamos a hablar con Camille. En todo el camino no dijimos nada, sólo le daba besos en su cuello, sus mejillas y sus manos. No podía soltar su mano, no quería dejarlo ir, mi teléfono sonó pero no contesté, vi en la pantalla que era Ana, recibí llamados de Carlos pero no contesté.
Al llegar y sin esperarlo Camille corrió a abrazarme a mi y a Jorge. Besó nuestras mejillas y la cargue en mis brazos aunque ya estaba grande y me pesaba más.
Silvia- ¿cómo estas mi bebé hermosa?
Camille- bien mami... Perdón por lo que pasó.
Silvia- no te preocupes amor... ¿Y Noe?
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Una canción de Amor
Hayran KurguUna historia Navarro- Salinas. El amor es más fuerte, eso lo demostrarán los protagonistas de esta historia que a pesar de todo se dan cuenta que no pueden estar el uno sin el otro.