Silvia.
Un mes después por fin la tranquilidad y la felicidad es parte de nuestros días, estoy sentada en el jardín de casa, Ámbar, Camille y Bastien juegan con su padre, ellos corren y ríen mientras se tiran agua, tienen globos cargados de agua. Jorge recibe varios globos por todo su cuerpo, el ríe y recuerdo perfectamente nuestra lista de sueños.
Silvia- Dime algo Guapo, ¿Cuántos hijos tendrías?
Jorge- tres, es un buen numero ¿No crees?
Silvia- si, me encanta. Dos niñas y un niño.
Jorge- estoy de acuerdo contigo. Yo haría todo lo posible por jugar con ellos, les daría el tiempo que se merecen para disfrutar de la familia.
Silvia- No quiero que todo sea trabajo para ti, también debes llegar a dormirlos y comer con nosotros además de jugar.
Jorge- asi será guapa. Tu también harás eso.
Silvia- claro. Nos casaremos y tendremos un jardín grande para correr y jugar allí.
Jorge- ¿Qué hay de nuestra mascota?
Silvia- pues, un perrito.
Sonrió al recordar esa conversación, Rocco, corre detrás de Bastien disfrutando del agua ya que hace mucho calor. Jorge me observa y todos se ponen de acuerdo para mojarme, me uno a ellos hasta que Jorge nos dice que es hora de parar porque el sol estaba cada vez mas intenso. Los niños van a su habitación mientras agarro una toalla y seco a Rocco ante la atenta mirada de mi marido.
Silvia- estoy cansada, iré a bañarme y luego a dormir.
Jorge- esta bien. Nosotros nos encargaremos de preparar te y galletas.
Silvia- esta bien. Que no salgan al sol.
Jorge- no amor.
Veo mi anillo y sonrió recordando ese día tan hermoso donde nos casamos, llore mucho y me divertí cada segundo, todo salió perfecto.
Me baño rápido y luego al salir seco mi cabello, me pongo un vestido y me acuesto para descansar. Me quedo dormida y en mi sueño aparece ese bebé, que aun no nace pero me tiene preocupada. Escucho llorar al niño y despierto dándome cuenta que fue una pesadilla. Jorge se acerca a mi y lo abrazo.
Jorge- ¿Qué pasa guapa?
Silvia- Todavía siento culpa por lo que me pidió Renata.
Jorge- Fue la mejor decisión mi amor.
Silvia- pero ese bebé no tiene la culpa. Ella me pidió que lo crie y que lo acepte como un hijo pero no puedo.
Jorge- Ese niño vivirá con los padres de Carlos, ellos son buenas personas y el niño será feliz con ellos sin saber de sus padres.
Silvia- La culpa no me deja en paz.
Jorge- ¿Confías en los abuelos del niño?
Silvia- si, ellos pudieron equivocarse pero harán un buen trabajo. Ellos también necesitan sanar.
Jorge- entonces no te culpes. Ese niño crecerá con mucho amor.
Silvia- Yo no podía aceptar a ese niño, lo pensé pero eso me uniría a esas dos personas de por vida y yo no quería.
Jorge- se entiende tu decisión. Ahora cuida de ese bebe que tienes en el vientre.
Silvia- (rio) deja de decir tonterias que si te escuchan las niñas me matan.
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Una canción de Amor
Fiksi PenggemarUna historia Navarro- Salinas. El amor es más fuerte, eso lo demostrarán los protagonistas de esta historia que a pesar de todo se dan cuenta que no pueden estar el uno sin el otro.